Por: Vilma Filici
Foto: AFP
La semana pasada se celebró en todo el país el Día de los Derechos de los Refugiados, que es la celebración producto de la decisión de la Corte Suprema de Canadá tomada en abril de 1985, en la que llegó al fallo de que todas las personas que se encuentran en Canadá pidiendo refugio deben ser tratadas bajo las mismas reglas de justicia natural con que se trata a cualquier otra persona, sin importar si es o no canadiense; o residente permanente.
Esta decisión fue muy importante porque no solo forzó al gobierno a cambiar todo el proceso por el cual se define si una persona es o no refugiada; si no porque también resultó en dos programas especiales que fueron casi amnistías en las que más de 200 mil personas fueron aceptadas como residentes permanentes por razones humanitarias y de compasión. Y entre estos miles de personas, había refugiados y otros que se encontraban en el país de forma indocumentada.
El jueves 4 de abril se celebró “Decision Singh” y se celebró los derechos de los refugiados en el país; pero irónicamente, el lunes 8, es decir cuatro días después, el gobierno canadiense presentó un proyecto de ley ante el Parlamento federal, el cual le va a quitar derechos a los refugiados.
¿Partido Democrático vs. Partido Liberal?
Algo que es importante notar es que estos cambios a la elegibilidad de los refugiados no fueron presentados como un proyecto de ley independiente, si no que fueron incluidos en un “Omnibus Bill” que tiene como 392 páginas. Este proyecto de ley se encuentra llegando ya a la página 300.
Esto es muy contradictorio porque durante el gobierno anterior, cada vez que el gobierno conservador presentaba un “Omnibus Bill”, los Liberales objetaban diciendo que no era democrática la forma en que se estaban pasando las leyes porque no se permitía poder discutirlas y hacer los cambios correspondientes. Pero ahora es ya la segunda ocasión en que el gobierno Liberal presenta cambios a la legislación. No solamente en temas migratorios si no también de otras áreas; introducidos en un “Omnibus Bill”, es decir, en medio de decenas de propuestas más.
Posibles causas de esta situación
Estos cambios a las leyes migratorias proponen tanto quitar la posibilidad de pedir refugio a ciertas personas, como también cambios en el cuerpo que regula a los consultores de inmigración. El problema es que, tal y como ya lo he dicho, estas propuestas de ley están escondidas en las últimas páginas de la propuesta.
Lo que yo creo es que el gobierno está haciendo estos cambios debido a la presión política que está recibiendo de parte del Partido Conservador, del movimiento de los Chalecos Amarillos, de los Solados de Odín y de todos estos grupos antinmigrantes que están usando como siempre al refugiado y al inmigrante para ganar puntos para sus intereses.
Hay que recordar que tenemos elecciones federales en octubre próximo y yo creo que el Gobierno Liberal, en lugar de mantener la responsabilidad que tiene como signatario del Convenio de Ginebra, se está dejando chantajear por el temor a perder votos por este tema debido a la presión que está recibiendo de estos grupos de extrema derecha. Así, está dejando de lado la responsabilidad que tenemos como país de proteger a las personas que están desplazadas en el mundo.
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