En la columna de la semana pasada expliqué que con la llegada de las festividades navideñas y de fin de año muchos hispanos que viven sin estatus en Canadá deben tomar precauciones extras para no caer en manos de las autoridades migratorias. La observación la hice dado que en estas épocas de navidad y año nuevo aumentan las posibilidades reales de que las personas caigan en manos de la policía, y que sean entregadas a los oficiales de inmigración, dado que la policía implementa la campaña conocida como RIDE, a través de la cual buscan prevenir que las personas manejen en estado de ebriedad.
Este tipo de recomendaciones las hacemos cada año principalmente en esta época, dado que algunas personas se olvidan de ello y porque también continúan llegando hispanos procedentes de América Latina, muchos de los cuales ante las dificultades para obtener la residencia permanente en el país se quedan a vivir de forma indocumentada.
En este sentido, con la campaña RIDE en mente, es bastante probable que algunas personas que viven de forma indocumentada en el país tengan la mala suerte de estar en el lugar y la hora equivocada, que sean arrestadas por la policía, y que terminen siendo llevados al centro de detenciones canadiense.
Si esto llegara a suceder, ¿qué es lo que se debe hacer si uno cae en manos de la policía y luego en manos de inmigración?
Si por mala fortuna usted es indocumentado y es detenido por la policía en estas festividades, debe tener claro que lo más probable es que el oficial le pregunte su nombre y lo chequee en su computadora. Y el problema con esta situación es que, obviamente, una vez que la policía sabe que la persona se encuentra en el país de forma indocumentada, haya o no una orden de arresto en contra de ésta, ellos pueden llamar al Departamento de Inmigración y éste lógicamente va a arrestar a la persona.
En este contexto, hay que decir que en términos generales se puede plantear que en el país existen dos tipos de personas indocumentadas: los primeros son quienes llegaron a Canadá y que nunca se han presentado a pedir una extensión de visa, nunca solicitaron refugio y tampoco han pedido la residencia permanente por razones humanitarias. Estas personas han llegado, se les ha vencido la visa y se han quedado tranquilamente en el país sin que nadie lo sepa, hasta el momento en que son detenidas por las autoridades policiales.
Esas son las personas que realmente tienen menos posibilidades de ser arrestadas cuando son detenidas por las autoridades policiales, dado que no existe nada en las computadoras del Departamento de Policía acerca de su estatus migratorio, por lo que, si el oficial que lo detiene no le pegunta nada acerca de esto, la persona no va a ser arrestada.
Ahora bien, si el oficial que lo detiene le pregunta su estatus migratorio y descubre que la persona vive en el país de forma indocumentada, el policía tiene la opción de llamar o no a inmigración para reportarlo. La experiencia nos dice que hay policías que reportan este tipo de casos ante inmigración, pero que también hay otros que no lo hacen.
El segundo grupo de personas está compuesto por quienes han pedido refugio, han hecho solicitudes por razones humanitarias, han sido rechazadas en cualquiera de estos procesos y para quienes existe una orden de salida del país que no ha sido cumplida.
En el momento en que la persona no cumple con la orden de salir del país, automáticamente queda asentado y se da una orden de arresto a nivel nacional. Estas son las personas para quienes las órdenes de arresto se encuentran no solamente en el Departamento de Inmigración sino que también en la policía, en el Departamento de Servicios Sociales, en el Departamento de Empleo en lo que respecta al número de seguro social, etc.
Estas son entonces obviamente las personas que se encuentran en peligro más grave dado que la policía automáticamente, al poner su nombre en sus computadoras, encontrará que hay una orden de arresto por parte de inmigración y por lo tanto capturarán a esta persona y la llevarán directamente a las instalaciones de la policía y luego la entregarán a los oficiales de inmigración para ser procesadas y luego sean colocadas en el centro detenciones.
Ahora bien, cualquiera sea la variante migratoria que la persona indocumentada tenga, es muy importante que cuando sea arrestada por la policía diga toda la verdad. Si la persona coopera con la policía y con los oficiales del CBSA una vez que la han detenido y han detectado que vive de forma indocumentada en el país, cuanto más coopere mayores van a ser las posibilidades de sacarlos del centro de detención.
Si la persona empieza a mentir, si da nombres falsos, si se pone agresiva con los oficiales de policía o con los del Departamento de Inmigración, cuando luego vaya a una entrevista con un oficial de inmigración para pedir que se le ponga en libertad, ellos pueden usar todo lo que la persona dijo o hizo, planteando que esta persona es un peligro para la sociedad canadiense porque puede ser violenta, o que es una persona en la que no se puede confiar dejándola en libertad dado que mintió a los policías que le detuvieron.
En este sentido, el oficial que revise el caso puede argumentar que el hecho de que esta persona no cooperó durante el arresto es una prueba contundente de que ésta tiene intenciones de seguir quedándose de forma indocumentada en el país, y con ello determinar que lo mejor es mantenerlo detenido mientras se tramita su deportación.
En conclusión, si se da el lamentable caso de que una persona indocumentada es detenida en estos días de extrema vigilancia policial, es sumamente clave que coopere con la policía y que proporcione toda la información que le soliciten. En todo caso, debe tener en cuenta que ya lo capturaron y que por tanto no tiene sentido que invente cosas que al final lo que pueden producir es perjudicarlo en sus opciones futuras.