Hoy te quiero hablar de un interesante descubrimiento: Seeing Voices Montreal. Esta organización nos hizo una visita muy motivadora el pasado 03 de junio en las instalaciones de la escuela donde trabajo.
Antes que nada quiero aclararte que visitar una escuela un viernes en la tarde es un gran desafío. Los niños están cansados de la semana y saber que el fin de semana de calor y sol se aproxima, los eleva a un grado de emoción difícil de controlar. Así pues, cuando vi programada la visita de esta organización mi curiosidad fue tal que decidí quedarme y escuchar la charla (Soy una de esas afortunadas que sale temprano los viernes).
Me senté en el gimnasio de la escuela rodeada de los alumnos de 3°, 4°, 5° y 6° grado quiénes por respeto a los visitantes se sentaron en silencio sin tener la menor idea de lo que iban a presenciar. Un joven de ojos grandes, pelo rizado y enorme sonrisa empezó a comunicarse mediante señas. Simultáneamente, otro joven, rubio y discreto nos traducía en palabras todo aquello que el chico de rizos nos comunicaba. En un segundo todos quedamos como hipnotizados y olvidamos que la voz era de una persona y los gestos eran de otra. Poco a poco entrábamos en el mundo de Jack.
Con mucho entusiasmo, el chico nos relataba su vida, nos invitaba a actuar en pequeñas improvisaciones, y por sobre todo, nos hacía ver que no había diferencias entre su mundo y el nuestro.
Durante una hora sólo se oyeron carcajadas y el ambiente se llenó de una alegría indescriptible. Aprendimos como se fundó la primera escuela de lenguaje ASL en América del Norte y cómo existen una infinidad de lenguajes para sordos alrededor del mundo. Nos contó cómo sus padres descubrieron que había nacido sin poder escuchar, y cómo se despierta en la mañana mediante un despertador que vibra.
Los niños hicieron muchísimas preguntas; sin embargo, me gustaría relatarte una en particular. Un niño se acerca y le pregunta a Jack: -"¿Tú no estás triste por ser sordo?" Entonces Jack le responde con dos preguntas: "¿y tú, de dónde vienes? ¿Qué idioma hablas en casa?" El niño le responde: - "Yo soy de aquí de Canadá y habló francés en casa. Entonces Jack le dice: "Ah!, tu eres francocanadiense verdad, y ¿tú estás orgulloso de ser francocanadiense?" El niño sin pensarlo le dice: "Claro! Yo estoy muy orgulloso de ser francocanadiense!" Finalmente Jack le dice: "Bueno, a mí me pasa lo mismo, yo estoy muy orgulloso de ser sordo." En ese momento se me salieron las lágrimas…
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