El año 2016 ya casi toca a nuestras puertas. Celebramos su llegada porque es protagonista de un hermoso cambio de calendario, capaz de arroparnos con su manto de felicidad y nostalgia, pero también porque encarna otro reto para nuestra existencia, un desafío de 366 días que propongo enfrentar con una máxima: hacer de 2016 el mejor año de nuestras vidas.
Te sugiero cinco pasos esenciales para diseñar las proyecciones del nuevo año:
- Analiza el año que termina. Cerciórate de lo que lograste y de lo que aún te falta. Tómate tiempo, no es una labor de minutos. Reflexiona, y sobre la base de esos resultados, formula tu agenda de objetivos para el nuevo año.
- Nunca deseches una idea por muy incorrecta que parezca a priori. Los proyectos se forman con ideas que surgen espontáneamente de tus pensamientos. Por tanto, necesitas pensar de manera positiva. Dice John Maxwell que quizás una idea por sí sola no sea buena, pero unida a otras, todas juntas, pueden formar una gran idea. Guarda lo que se te ocurra. Apúntalo, si es necesario, aunque hoy no lo uses.
- Debes ser optimista y pensar en grande, pero ser racional. No te traces objetivos que no puedas cumplir. Sin embargo, si solo lo dudas, propóntelos y disponte a trabajar duro durante todo el año y despeja la duda. ¡Cuánto placer si lo logras!
- Consulta tus propósitos con los demás, sobre todo con aquellas personas con talento que te brindan confianza y amistad. No dudes en solicitar y recibir ayuda. Nada se consigue sin el apoyo de los demás.
- Hazte el propósito de controlar tus emociones. Un analfabeto emocional no puede enfocarse en sus proyectos, pues pierde el camino. Tony Robbins, conferencista y autor del libro "Poder sin límites", afirma: "Donde va el enfoque, fluye la energía". Por esa razón es esencial que te centres, para que toda la energía fluya en función de tus sueños y proyectos en el año nuevo.
Sembremos grandes sueños, trabajo, buenas intenciones, relaciones humanas, bondad y amor. Si actuamos así y proyectamos nuestras ideas de manera correcta, dentro de doce meses, cuando levantemos otra vez las copas por el año siguiente, exclamaremos con orgullo: ¡2016 ha sido el mejor año de nuestras vidas!