Presentación de Jorge Glem en Montreal enamoró a todos en Bocadillo al son del cuatro venezolano

El cuatrista venezolano conversó con MontrealHispano y envió un mensaje especial para los latinos en Canadá

Por: Carlos Rivas
Montreal · Publicado el: 05/29/2023

(Foto: Carlos Rivas)

Jorge Glem, el cuatrista ganador del Grammy Latino y nominado al Grammy, se presentó el pasado domingo 28 de mayo en el restaurante Bocadillo Bistro de Montreal. En un anochecer memorable, entre tragos y arepas, Glem deleitó a los asistentes con una mezcla de temas propios y ‘covers’ de canciones populares.

De la mano de su inseparable cuatro, el artista venezolano comenzó su espectáculo con un tema de su repertorio dedicado a Cumaná, su tierra querida, para luego dar paso a una versión magistral de “Isn’t she lovely” de Stevie Wonder en cuatro venezolano.


GALERÍA de la presentación de Jorge Glem en Montreal AQUÍ

La danza entre la improvisación y la estructura fue la protagonista durante el resto del show, incluyendo dos emotivos temas compuestos para su padre y su madre, respectivamente, así como un popurrí de canciones sugeridas por el mismo público y una clase maestra sobre cómo interpretar cada instrumento de la sección rítmica de una orquesta latina en el cuatro.

Glem se despidió experimentando con “De qué callada manera” de Pablo Milanés y, por insistencia de los aplausos de pie de un público enamorado del talento del cuatrista, sorprendió con un último tema como regalo final para los asistentes.

MontrealHispano conversó en exclusiva con el virtuoso músico antes de su presentación en Bocadillo, quien nos brindó reflexiones muy personales acerca de su vida, su música y su visión de la cultura:

¿Cómo te ha tratado Canadá? ¿Es tu primera vez o habías venido antes?

Sí, he venido antes, estuve un par de veces en Calgary, también estuve en Toronto, aquí en Montreal estuve en una oportunidad, pero feliz de estar aquí. Además, ver a tanta gente bonita, de la comunidad latina, es muy chévere, y muy contento de hacer este concierto solo, que no lo había hecho antes acá en Canadá. Estaba haciendo varias giras, pero ahora lo estoy haciendo aquí en la ciudad”.

Tu misión es llevar el cuatro venezolano por el mundo y ponerlo en vitrina. Se podría decir que naciste “con un cuatro bajo el brazo”. Uno te ve tocando y ve al cuatro casi como una extensión de tu cuerpo, como un compañero de toda la vida. ¿Hasta qué punto este instrumento ha permitido que Jorge Glem pueda expresarse libremente?

El cuatro es nuestro instrumento nacional, está presente en el 95% de la música de Venezuela y es un instrumento que está casi en todas las paredes de las casas, entonces desde que era niñito estuve siempre en contacto con el cuatro. Mi papá toca un poquito, mi mamá… y disfrutando mucho de este instrumento, lo que he hecho es poco a poco ir descubriendo lo grande que es. Es melodía, percusión, armonía, gracias a todo lo que han descubierto grandes maestros durante muchos años. De manera individual, es un proyecto de vida muy bonito poder tocar cuatro: Cada vez que toco me siento como en el mejor momento de mi vida, en cada concierto, y eso para mí es lo máximo, poder trabajar inspirado y con pasión. Son cosas que quizás no mucha gente en el mundo tiene la posibilidad de hacer”.

Jorge, eres un innovador musical. Has dotado de versatilidad a un instrumento folclórico como el cuatro. Apuestas por la interculturalidad a través de la música, la música como lenguaje universal. ¿Qué potencial le ves tú a la música folclórica venezolana y latinoamericana en general, y a sus instrumentos?

En principio, como toda la música folclórica en el mundo, creo que va de la mano con la misma gente de esos pueblos. En el momento en que uno dice, por ejemplo, que ‘tenemos que apoyar nuestra música’, creo que no es algo que debemos hacer, sino que debemos creer en ella realmente. La música de nosotros es realmente hermosa y extensa. Creo que es importante no pensar que la música de nosotros es la mejor del mundo, ni que nuestros países son los mejores del mundo, porque invalida automáticamente cualquier tipo de conexión o de fusión con otra persona que también quiere a su país como uno quiere al suyo, entonces el chauvinismo a veces hay que dejarlo de lado y pensar más en conectar las pasiones que cada quien tiene por lo suyo. Es un trabajo bien grande, pero yo creo mucho en la música venezolana, creo mucho en la música latinoamericana. El trabajo que han hecho los grandes maestros ha sido algo que definitivamente a nosotros nos tiene que hacer sentir orgullosos de donde somos, de lo que somos, y trabajar en eso para que poco a poco se vaya conociendo en muchas partes del mundo”.

Tú vives en Nueva York. ¿Como llegaste ahí? ¿Qué te llevó a migrar de Venezuela a NY?

Justamente eso. En Venezuela ya me estaba pasando que estaba disfrutando muchísimo poder tocar música de muchas partes del mundo. Allá tocaba rock, tocaba ska, había una comunidad pequeña irlandesa allá, entonces tocaba con ellos, así iba tocando música de todas partes. Y Nueva York creo que era exactamente lo que estaba buscando, el sitio a donde llegar y poder conectar con músicos de todas partes del mundo, entonces eso fue muy chévere. Poder tocar con ellos música venezolana y latinoamericana es interesantísimo, por todo el proceso de reinventarse a partir de todos esos conocimientos que tiene cada uno de lo suyo”.

¿Cómo se siente estar lejos de tus orígenes, pero a la vez poder difundir y ser embajador de la música de tus raíces venezolanas por todo el mundo?

Creo que de las cosas más bonitas es el hecho de poder llegar otra vez a casa y contar qué es lo que estamos haciendo, poder decir que lo que nos enseñaron aquí lo estamos llevando, y lo que estamos aprendiendo queremos traerlo y enseñarlo otra vez en casa. Estar lejos de casa es uno de esos sacrificios que hay que hacer, no hay de otra. Por lo menos en mi caso que lo que quiero justamente es que el cuatro se conozca en el mundo entero, no hay otra manera de mostrarlo sino yendo al mundo entero, a cada sitio que uno pueda a enseñarlo. Entonces creo que es un trabajo que es de hormiguita. Y no es una sola persona, somos decenas de cuatristas a nivel mundial, y bueno el agradecimiento a tantos maestros que han hecho por esto”.

Decías que esta es tu segunda vez aquí en Montreal. Montreal y Nueva York son ambas ciudades muy artísticas y multiculturales. ¿Qué ves de similar y de diferente? ¿O cuál es la vibra que le sientes tú a Montreal?

Lo he visto un poco en el público, que pueden apreciar muchísimo esta música. Hay ciudades en otras partes del mundo en donde es mucho más difícil que se aprecie la cultura, pero se siente en Nueva York cómo la gente tiene amor por escuchar cosas distintas, o sea, no tienen miedo a ir a un concierto sin saber qué van a escuchar porque saben que lo que van a escuchar es de calidad. Están abiertos a escuchar las mezclas que se van haciendo, entonces creo que por ese lado se parecen muchísimo, y bueno me encanta estar aquí y además poder compartir esta música con el público”.

¿Qué le dirías a todos los latinos aquí en Canadá? ¿Cuál es tu invitación para ellos?

Bueno, creo que son dos cosas que tienen que ir corriendo al mismo tiempo: Poder mezclarse de una manera bonita con la gente local es importantísimo – que la música que se haga no sea solamente para latinos, sino que también abran las puertas a que la gente de aquí de Canadá y de otras partes del mundo puedan venir a escucharlo – pero al mismo tiempo hacerlo con convicción, con amor, con pasión, y creo que nosotros, los mismos latinos, como decía hace rato, no estamos para ‘apoyar’ nuestra música, estamos para creer en ella, para trabajar juntos en ella. Entonces mientras más latinos estemos juntos, mostrando ese amor por nuestra cultura, más se van a acercar las personas de afuera. Si queremos ser grandes, tenemos que aprender a ser grandes primero desde adentro, y uniéndonos, y tratando siempre de mostrar esto con muchísimo orgullo”.


Jorge, eres un innovador musical. Has dotado de versatilidad a un instrumento folclórico como el cuatro. Apuestas por la interculturalidad a través de la música, la música como lenguaje universal. ¿Qué potencial le ves tú a la música folclórica venezolana y latinoamericana en general, y a sus instrumentos?

En principio, como toda la música folclórica en el mundo, creo que va de la mano con la misma gente de esos pueblos. En el momento en que uno dice, por ejemplo, que ‘tenemos que apoyar nuestra música’, creo que no es algo que debemos hacer, sino que debemos creer en ella realmente. La música de nosotros es realmente hermosa y extensa. Creo que es importante no pensar que la música de nosotros es la mejor del mundo, ni que nuestros países son los mejores del mundo, porque invalida automáticamente cualquier tipo de conexión o de fusión con otra persona que también quiere a su país como uno quiere al suyo, entonces el chauvinismo a veces hay que dejarlo de lado y pensar más en conectar las pasiones que cada quien tiene por lo suyo. Es un trabajo bien grande, pero yo creo mucho en la música venezolana, creo mucho en la música latinoamericana. El trabajo que han hecho los grandes maestros ha sido algo que definitivamente a nosotros nos tiene que hacer sentir orgullosos de donde somos, de lo que somos, y trabajar en eso para que poco a poco se vaya conociendo en muchas partes del mundo”.

Tú vives en Nueva York. ¿Como llegaste ahí? ¿Qué te llevó a migrar de Venezuela a NY?

Justamente eso. En Venezuela ya me estaba pasando que estaba disfrutando muchísimo poder tocar música de muchas partes del mundo. Allá tocaba rock, tocaba ska, había una comunidad pequeña irlandesa allá, entonces tocaba con ellos, así iba tocando música de todas partes. Y Nueva York creo que era exactamente lo que estaba buscando, el sitio a donde llegar y poder conectar con músicos de todas partes del mundo, entonces eso fue muy chévere. Poder tocar con ellos música venezolana y latinoamericana es interesantísimo, por todo el proceso de reinventarse a partir de todos esos conocimientos que tiene cada uno de lo suyo”.

¿Cómo se siente estar lejos de tus orígenes, pero a la vez poder difundir y ser embajador de la música de tus raíces venezolanas por todo el mundo?

Creo que de las cosas más bonitas es el hecho de poder llegar otra vez a casa y contar qué es lo que estamos haciendo, poder decir que lo que nos enseñaron aquí lo estamos llevando, y lo que estamos aprendiendo queremos traerlo y enseñarlo otra vez en casa. Estar lejos de casa es uno de esos sacrificios que hay que hacer, no hay de otra. Por lo menos en mi caso que lo que quiero justamente es que el cuatro se conozca en el mundo entero, no hay otra manera de mostrarlo sino yendo al mundo entero, a cada sitio que uno pueda a enseñarlo. Entonces creo que es un trabajo que es de hormiguita. Y no es una sola persona, somos decenas de cuatristas a nivel mundial, y bueno el agradecimiento a tantos maestros que han hecho por esto”.

Decías que esta es tu segunda vez aquí en Montreal. Montreal y Nueva York son ambas ciudades muy artísticas y multiculturales. ¿Qué ves de similar y de diferente? ¿O cuál es la vibra que le sientes tú a Montreal?

Lo he visto un poco en el público, que pueden apreciar muchísimo esta música. Hay ciudades en otras partes del mundo en donde es mucho más difícil que se aprecie la cultura, pero se siente en Nueva York cómo la gente tiene amor por escuchar cosas distintas, o sea, no tienen miedo a ir a un concierto sin saber qué van a escuchar porque saben que lo que van a escuchar es de calidad. Están abiertos a escuchar las mezclas que se van haciendo, entonces creo que por ese lado se parecen muchísimo, y bueno me encanta estar aquí y además poder compartir esta música con el público”.

¿Qué le dirías a todos los latinos aquí en Canadá? ¿Cuál es tu invitación para ellos?

Bueno, creo que son dos cosas que tienen que ir corriendo al mismo tiempo: Poder mezclarse de una manera bonita con la gente local es importantísimo – que la música que se haga no sea solamente para latinos, sino que también abran las puertas a que la gente de aquí de Canadá y de otras partes del mundo puedan venir a escucharlo – pero al mismo tiempo hacerlo con convicción, con amor, con pasión, y creo que nosotros, los mismos latinos, como decía hace rato, no estamos para ‘apoyar’ nuestra música, estamos para creer en ella, para trabajar juntos en ella. Entonces mientras más latinos estemos juntos, mostrando ese amor por nuestra cultura, más se van a acercar las personas de afuera. Si queremos ser grandes, tenemos que aprender a ser grandes primero desde adentro, y uniéndonos, y tratando siempre de mostrar esto con muchísimo orgullo”.

Empleos para Latinos en Montreal, Quebec


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