Hoy estreno los jueves de verano para estar más cerca y seguido. El verano me trae más tiempo para dedicarlo a las cosas que me gustan y una de ellas es escribir este blog. Entre sudokus, enormes vasos de coca-cola de dieta y el sol, mi verano transcurre disfrutando de los pequeños placeres de la vida.
Hablando de placeres, te comento que ya han pasado varios días del Festival de Jazz y como cada año, es una cita obligada para todos los que vivimos en Montreal. Si alguna vez decides visitar esta ciudad, trata de coincidir con este festival porque la verdad es una maravilla. Te voy hablar un poquito de él para ver si te animas a venir.
Si quieres los detalles de la programación de este año, visita http://www.montrealjazzfest.com
1. Lo primero que debo decir es que a pesar de ser un festival internacional que tiene muchos espectáculos pagos, no necesitas gastar una millonada para pasártelo en grande. En la zona de espectáculos hay 9 tarimas dispuestas para disfrutar de conciertos totalmente gratuitos por lo menos 3 veces al día y al aire libre. Además tenemos artistas que se pasean en la zona de espectáculos entreteniéndonos con su arte.
2. Otra cosa que siempre me llama la atención de este festival es lo civilizado de sus espectadores. Puedes ver a un artista súper popular y la zona puede estar repleta "hasta la bandera"; sin embargo, la gente respeta el espacio y la distancia. ¡Nadie te molesta, nadie se pega! Los niños pueden estar hasta altas horas de la noche con la tranquilidad de saber que el espacio está siendo vigilado y la gente se comporta. Yo tengo tres hijas que ahora son adolescentes, pero cuando eran pequeñas, me aterraban los espacios amplios y el gentío. Sin embargo, siempre la pasamos bien en el festival.
3. Este festival abre sus puertas a músicos de todas partes del mundo que no necesariamente tocan el jazz. Es así como exponentes del flamenco nos han visitado año tras año. Sin ir más lejos, el gran Paco de Lucía nos visitó en el año 2011. ¿Quién diría que sería su última vez?
4. La zona para niños es una belleza y está pensada para las familias que quieren disfrutar de la buena música y a su vez, tienen que distraer a sus peques. Este año hay un enorme piano que suena al saltar en él! (Estoy loca por montarme pero mis hijas no me dejan)
5.¡Comida sana! Me gusta ver cómo piensan en las personas que sufren por no conseguir meriendas sanas. Así pues, los mejores mangos del planeta están en el festival. Adicionalmente, pasan personas vendiendo vasos llenos ¡de frutas frescas! Mi debilidad son los dulces así que cuando veo comida sana me aferro a ello para evitar caer en la tentación.
Para seguir leyendo: http://arteandoconcarolina.blogspot.ca/2016/07/jazz-jazz-y-mucho-jazz.html#more