Las consecuencias migratorias que dejará el COVID van más allá de los retrasos en los procesos, miles de personas están a punto de perder su estatus en Canadá, y algunos ya lo perdieron, muchos de ellos porque las empresas con las que trabajaban tuvieron que cerrar, otros porque la situación económica mundial drenó los fondos con los que contaban para pagar por sus estudios, otros porque con el impedimento para presentar los exámenes de inglés dentro de un periodo de tiempo determinado ya no lograron el puntaje que esperaban o dentro del tiempo que esperaban, otros, simplemente porque la cuarentena, el estrés y la tensión destruyeron sus relaciones afectivas afectando las posibilidades de patrocinio o estatus por dependencia.
A menos de que el gobierno de Canadá tome medidas drásticas e inesperadas para aliviar el daño migratorio causado por el virus, el número de personas que van a perder su estatus en Canadá en los próximos meses va a ser increíblemente alto. En el caso de las personas que queden o que ya estén indocumentadas o en el caso de las personas que sean inelegibles para solicitar residencia permanente en Canadá bajo cualquier circunstancia, el remedio que ofrece el Acta de Inmigración, Refugio y Ciudadanía de Canadá (IRPA) es solicitar la residencia permanente a través de un proceso de Humanidad y Compasión.
Los procesos de Humanidad y Compasión son completamente distintos a los de refugio. Mientras en refugio se mide el riesgo que corre la vida de la persona debido a los 5 factores estipulados por el convenio de Ginebra (raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social en particular u opinión política) o por las dos causales adicionales estipuladas en la ley de Inmigración Refugio y Ciudadanía de Canadá (riesgo de tortura o trato cruel e inhumano); en los procesos de Humanidad y compasión lo que se mide es el grado de asentamiento que haya logrado la familia o persona en Canadá, cómo afecte la salida del país a los niños involucrados en la solicitud y las condiciones que puedan afectar la vida y el futuro de esta persona/familia al regresar a su país de origen.
Todos los factores considerados bajo un proceso por Humanidad y Compasión son subjetivos, lo que un oficial de inmigración puede considerar “circunstancia excepcional” a otro le puede parecer simplemente regular. Mientras un oficial de inmigración puede considerar que el hecho de que los hijos de la familia que presenta la solicitud sean canadienses es una situación que amerita permitirles a todos permanecer en Canadá, otro oficial puede simplemente considerar que los niños no se van a ver afectados por la salida de Canadá porque ellos pueden regresar al país en el momento que así lo decidan por ser canadienses, o pueden permanecer en Canadá al cuidado de otros familiares o amigos de la familia si no quieren salir del país. Igual ocurre con los voluntariados, trabajos, pertenencia a grupos religiosos, deportivos etc, que son algunos de los lazos con Canadá que normalmente se presentan en estas aplicaciones; hay oficiales que consideran esto como asentamiento, otros que simplemente lo ven como lo que naturalmente debería haber pasado simplemente por vivir varios años en una comunidad.
La posibilidad de aprobación de los procesos de humanidad y compasión no se basa en un factor especifico sino en una sumatoria de méritos que hace que el candidato, a los ojos del oficial que revisa el caso, amerite recibir la residencia permanente en Canadá; tal como lo expresó uno de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia de Canadá en el 2015 en la decisión de uno de los casos que son punto de referencia para este tipo de aplicaciones:, un caso por Humanidad y Compasión debe aprobarse cuando, “having regard to all of the circumstances, including the exceptional nature of H&C relief, the applicant has demonstrated that decent, fair‑minded Canadians would find it simply unacceptable to deny the relief sought” [habiendo tenido en cuenta todas las circunstancias, incluida la naturaleza excepcional del remedio del H&C , el aplicante ha demostrado que un Canadiense imparcial encontraría simplemente inaceptable negar el remedio solicitado].