Hola ¿Qué tal? Despido al mes de agosto con flores y aromas de verano. Hoy te hablo de mi encuentro con Kiana Underwood, la gurú de los arreglos florales.
Todo sucedió con mucha naturalidad. Me encontraba en mi cuenta de Instagram, donde me puedes encontrar a menudo, y de repente me salió un evento gratuito que iba a tener lugar en Montreal con la autora de una de las cuentas más bonitas del mundo:@tulipinadesign En seguida reservé mi lugar e invité a una amiga quién seguro iba a disfrutar al máximo de este evento, @jackieruedaphotography
El evento en cuestión tuvo lugar el sábado pasado; tengo que contarte todos los detalles porque estuvo rodeado de mucha magia y detalles perfectos.
Lo primero fue el lugar. Nunca había entrado al Consejo de las Artes de Montreal. Es un edificio de columnas que probablemente pasas a diario sobre la calle Sherbrooke. En su interior, posee un techo/cúpula verdaderamente único junto con arcos y columnas muy bien cuidados. En la mesa de la entrada había un enorme arreglo floral junto a los libros de la autora.
Las encargadas de hacer realidad este evento fueron las chicas de una compañía llamada @latelier floral. De inmediato me percaté como estas chicas tenían a familia y amigos ayudando con videos, fotografía, música de fondo y hasta un precioso catering que se encontraba al fondo de la planta baja del edificio. Todos los rincones estaban muy bien decorados con flores y detalles bonitos.
Las sillas de los invitados empezaban a llenarse mientras todos apreciábamos la diversidad de flores colocadas en una tarima de varios niveles. Era como tener una floristería móvil en frente de nosotros. Luego me enteré que todas las flores fueron donadas por la empresa @florianafloral En el centro de la tarima había un jarrón colocado encima de una plancha giratoria.
Mientras esperaba que el buffet estuviera listo y al percatarme que mi amiga todavía no llegaba, me acerqué a una mesa de fondo donde estaban los libros en venta de Kiana. Compré mi maravilloso libro y al hojearlo un poco me di cuenta que el hombre simpático que se encontraba allí debía de ser el esposo de la artista. Entonces, aproveché estos minutos para preguntar por el oficio y las ventajas de ser decoradora de flores. Nathan, su esposo, me dijo que básicamente viajaban por todas partes del mundo decorando bodas y fiestas grandiosas. Todo había comenzado en San Francisco en el 2011; sin embargo, se habían mudado a New York el mes pasado.
El momento llegó y Kiana salió con un micrófono para deleitarnos con su voz profunda y serena. Sus grandes ojos veían con detenimiento como el arreglo floral iba tomando forma mientras todos contemplábamos el proceso con mucha curiosidad. Habló de los materiales, las asimetrías, los colores, los tres puntos focales y los diferentes tamaños y estilos de flores. Mientras hablaba de todo aquello el espacio se impregnaba de los aromas de las flores y la belleza de su trabajo.
Kiana es de origen iraní y su pasión por las flores comenzó desde pequeña en el jardín de su abuelo. Muchos años pasaron antes de re descubrir su pasión y transformarla en su negocio. Es mamá de tres hijos y trabajadora incansable quién ha logrado demostrar que se puede vivir de la pasión.
