En el día de las madres queremos destacar una nueva generación de madres, las madres- abuelas. Esos seres adorados llenos de ternura, que después de criar y educar sus hijos toman la sabia decisión de invertir tiempo en sanas actividades como el deporte.
Algunas mujeres piensan que su vida se termina cuando cumplen 50 años, a esa edad sus hijos ya profesionales dejan el nido materno y comienzan sus propias vidas, en algunos casos los hijos aceptan retos profesionales que los fuerzan a vivir en ciudades o países diferentes de su infancia.
Pero este no es el caso de Joyce Docherty. Joyce es madre de 3 hijos, dos mujeres y un varón. Las edades de sus hijos oscilan entre los 46 y 51 años de edad y tiene 7 nietos. Después de cumplir sus 50 años, y aun enfrentando la soledad que le dejó la muerte de su esposo, ella proyectó una nueva filosofía, amar y disfrutar cada segundo de la vida.
Es así que comenzó con una gran tenacidad y una disciplina singular, una rutina de ejercicios, que hoy casi 30 años después le permiten ser orgullo y ejemplo no solo para su generación, sino para las nuevas generaciones.
Cuando Joyce llega al gimnasio es inevitable que muchos ojos se posan sobre ella. Y no es para menos, ella ilumina el lugar con su sonrisa y con esa actitud tan positiva de deportista consagrada que muchos quieren imitar. Ella comienza su rutina de pesas, colocando con calma cada una de las maquinas a su medida y con un peso que envidiarían muchas jovencitas.
Joyce, es sin duda alguna una de las mamás-abuelas más flexibles del gimnasio. Ella es capaz de estirar cada uno de sus músculos a su máxima expresión y con una sonrisa en los labios. Sus actividades deportivas van más allá de una rutina de gimnasio. Su vida es puro movimiento. Adora la natación y le dedica un promedio de 45 minutos, en los cuales le da varias vueltas a la piscina olímpica y luego termina dándose un cariñito de relajación en un vaporoso sauna.
Joyce invita a las mujeres madres y especialmente a las abuelas a pensar en ellas mismas, a no dejarse atraparen en medio de tanta tecnología. A crear hábitos sanos como contemplar la naturaleza, Joyce ama tanto el aire puro que ni siquiera tiene un e-mail personal, ella es una defensora acérrima de caminar diariamente bajo la lluvia o bajo el embrujo de un bello atardecer.
Joyce Docherty, es una madre- abuela amorosa, una mujer fuera de serie, su disciplina, constancia y tenacidad representan un bello ejemplo a seguir.
Joyce cumplirá 78 años el próximo 17 de junio y a pesar de los vaivenes de la vida, ella no ha dejado morir la niña que vive en ella, juega al bingo, baila, canta, y le sonríe a la vida.