La “invasión de privacidad” por parte de los oficiales de inmigración en la frontera son una queja común de quienes sufren una requisa o son cuestionados bien sea en los aeropuertos o en los puertos fronterizos de Canadá; pero lo que pocos saben es que de acuerdo con la ley de Inmigración los oficiales de Canada Border Services Agency (CBSA) tienen el derecho de revisar cualquier aparato electrónico, maleta, billetera o cualquier objeto que el interesado en entrar a Canadá tenga consigo.
Cada vez vemos con más frecuencia como las personas que han estado en Canadá como turistas por algunos meses y que después de una corta estadía fuera del país tratan de regresar, son cuestionadas y requisadas. El propósito de estas requisas es obviamente asegurarse de que las personas no hayan incumplido las condiciones impuestas a ellos de acuerdo con el status que tuvieron en el país, es decir, que si estuvieron en el país como turistas no hayan trabajado o estudiado sin autorización; si estuvieron como trabajadores, que hayan trabajado con la empresa que les dio la oferta de trabajo y no con otra o que si tenían un permiso de trabajo abierto que no hubieran trabajado más del número de horas permitidas o en ocupaciones restringidas.
Igualmente los oficiales buscan asegurarse de que quienes entran a Canadá después de haber estado por un tiempo considerable en el país, no vienen con la intensión de radicarse permanentemente; o que si su intención es ésta, lo han declarado en el momento de cuestionarlos. Este es el caso de quienes tienen sus parejas o conyugues en Canadá y aún no han iniciado el proceso de patrocinio.
La sección 15 del Acta de Inmigración y Ciudadanía le da la potestad a los oficiales de Canada Border Services Agency (CBSA) en el puerto de entrada de examinar cualquier persona que intente entrar a Canadá y la sección 16 del Acta de Inmigración obliga a cualquier persona a contestar con la verdad a todas las preguntas que le haga el oficial de inmigración. De acuerdo con los lineamiento del Manual número 4 del Departamento de Inmigración que se refiere específicamente a aplicación de la ley, las personas que entran a Canadá no tienen derecho a contar con un representante legal, bien sea abogado o consultor, a menos de que haya sido oficialmente arrestado o detenido.
Las implicaciones de estos cuestionamientos y las consecuencias que tengan pueden ser muchas y muy severas y el hecho de que en el momento de ser cuestionado no se cuente con asesoría lo hace aun más riesgoso. Las sanciones pueden variar entre una orden de exclusión que le impediría a la persona solicitar entrada a Canadá bajo ningún programa durante el curso del siguiente año, hasta impedir cualquier tipo de solicitud por los próximos 5 años si el oficial de inmigración considera que la persona que está siendo cuestionada mintió en sus respuestas y por lo tanto le son puestos cargos por tergiversación de información (misrepresentation).
En muchas ocasiones los problemas se generan por falta de conocimiento de las leyes de inmigración y de los derechos que confiere cada estatus, mas no necesariamente por mala intención por parte de quien está solicitando entrada al país. Los casos más comunes son los de estudiantes que dejan sus estudios pero continúan trabajando pensando que mientras esté el permiso de estudio vigente ellos continúan teniendo el derecho a trabajar; el de quienes teniendo un permiso de trabajo sujeto a un empleador cambian de empleo pero no de permiso de trabajo y tal vez el más frecuente de todos es el de quienes hacen voluntariados que pueden ser interpretados como trabajo.
El hecho de no recibir remuneración económica no significa que las labores desempeñadas no le estén quitando la posibilidad a un Residente Permanente o Ciudadano Canadiense de tener un ingreso económico. La definición de trabajo en el Acta de Inmigración es lo suficientemente clara como para definir este hecho. Para estar en el lado seguro de la ley, quienes consideran hacer trabajos voluntarios deberían buscarlos en organizaciones sin ánimo de lucro y mantenerse lo más alejados posible de las empresas como tal. El caso de un arquitecto que hace trabajo no remunerado en una firma constructora es considerado trabajo; mientras que el caso de un diseñador gráfico que hace los volantes de cursos de verano para una organización sin ánimo de lucro es considerado voluntariado.
No han sido pocos los casos de visitantes o estudiantes que han sido incluso deportados de Canadá porque en una de las entradas al país los oficiales de inmigración encontraron en sus celulares y computadores e-mails que demuestran que han estado trabajando en Canadá o incluso encuentran en sus aparatos electrónicos acceso a las cuentas bancarias donde los salarios son depositados.
El Acta de Inmigración y Refugio de Canadá y los Manuales del Departamento de Inmigración les dan a los oficiales la potestad de revisar y cuestionar cada persona y objeto que entra al país. Es responsabilidad de cada extranjero, de cada residente y de cada ciudadano conocer los derechos responsabilidades que confiere el estatus que tiene en el país.
Claudia Palacio., RCIC
ICCRC R 416911
*Claudia Palacio es Consultora de Inmigración Certificada y colaboradora de este semanario. Pueden dirigir sus preguntas a claudiap@filici.com