Luego de convertirse de manera oficial en la primera alcaldesa de Montreal de la historia, Valérie Plante tuvo su primera prueba como autoridad: dirigió su primera reunión de consejo en el ayuntamiento de la ciudad.
Antes que nada, Plante se dio tiempo para celebrar el hecho de que por primera vez se tenía a una mujer como orador del consejo. Asimismo, saludó que el número de mujeres presentes en la sala supere al de hombres.
Sin embargo, los gestos de alegría durarían poco, ya que el partido de oposición no esperó mucho tiempo para pedirle a Plante que explique cómo afrontará los principales problemas de Montreal.
El primer punto de discusión fue el tránsito, tema que fue abordado preguntándole a Plante si planeaba o no aumentar las tarifas del STM para cubrir la compra de los 300 nuevos autobuses híbridos.
El costo de estos nuevos vehículos, sin incluir los salarios de los conductores, sería de $225 millones.
La alcaldesa prefirió no asegurar nada. Eso sí, aseguró que “las cosas lucen muy bien de cara al futuro. Agregó que "los habitantes de Montreal verán una diferencia en las calles en las próximas semanas y meses".
Por otra parte, un concejal le consultó a Plante por qué no hay representación de comunidades minoritarias visibles en el nuevo comité ejecutivo.
La lideresa de Projet Montreal dijo que toma muy en serio la falta de diversidad en el ayuntamiento, agregando que "hará todo lo posible para valorar mejor todas las diversidades de la ciudad de Montreal".
