Las temperaturas bajo cero desatan fenómenos fascinantes, y las Cataratas del Niágara, a tan solo una hora de Toronto, ofrecen un espectáculo único durante los meses fríos.
La enorme masa de agua que normalmente cae con fuerza se transforma en un lienzo de hielo, creando un paisaje invernal impresionante.
Este fenómeno, conocido como las Cataratas del Niágara congeladas, atrae a visitantes de todo el mundo en busca de una experiencia verdaderamente mágica.