Una de las ventajas más grandes de tener una propiedad es que siempre te ayudará realizar tus sueños, pagar tus deudas, comprar una segunda propiedad, comprar un auto, hacer renovaciones, y en varios casos también a comprar la parte de tu ex cónyuge en caso de separación.
Entonces ¿Cómo podemos utilizar una propiedad para ayudarnos a salir de nuestras deudas? Por ejemplo, al respecto la agente inmobiliaria hipotecaria en Montreal, María Longo, nos comenta que "las deudas de tarjetas de crédito con una tasa de interés que ronda el 20% o más pueden ser más difíciles de pagar".
Sin embargo, con una refinanciación hipotecaria podrías reducir tu estrés financiero en gran medida, siempre y cuando la uses de manera inteligente.
¿Qué es la refinanciación hipotecaria?
Con el refinanciamiento de tu hipoteca podrás usar el capital de tu casa para sacar una suma de dinero, con la cual eventualmente podrías pagar tus deudas. Puedes pedir prestado hasta el 80% del valor de tasación de tu casa. De esa cantidad, deberás deducir lo siguiente:
- El saldo de tu hipoteca
- El monto total de HELOC, si tiene uno
- Cualquier otro préstamo garantizado contra su casa
Puedes refinanciar tu propiedad en cualquier momento, siempre que califiques. Además, no tienes que esperar a que finalice tu plazo o que se renueve tu hipoteca para calificar.
Por ejemplo, digamos que tu casa vale $400,000 y todavía te quedan $200,000 para pagar su hipoteca. Al refinanciarlo, podrías pedir prestado un monto de $120,000, o $400,000 multiplicado por el 80% del valor de la propiedad menos $200,000.