Con todo lo que sucede actualmente, resulta muy pertinente hacerse esta pregunta. Varios son los posibles escenarios, ninguno con certitud garantizada. Pero más allá de uno u otro, siempre será recomendable realizar una auto reflexión y considerar de antemano el posible impacto en las finanzas personales que una recesión pudiera acarrear.
En este artículo Guillermo Varela, asesor financiero en Montreal en español, te ayudará en el camino de encontrar las respuestas que mejor se adaptan a tu situación particular, si finalmente el peor de los escenarios llegase a prevalecer.
¿Qué es una recesión y cuáles son sus impactos en la economía?
En resumen, una recesión se produce cuando una disminución de la actividad económica provoca una reducción del PIB (producto interno bruto) durante varios meses. Aunque todas las recesiones son diferentes, todas tienen el potencial de conducir a una caída en la capacidad de consumo y en la inversión, o incluso degenerar en la pérdida de muchos puestos de trabajo.
¿Qué causa una recesión?
Varios factores pueden estar involucrados en la recesión. Las recesiones de principios de la década de 1980 y 1990 aquí en Canadá, por ejemplo, fueron causadas por alzas en las tasas de interés implementadas para contener la inflación, lo que condujo a una desaceleración económica. Otros factores también pueden incluir:
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Un shock significativo y duradero que afecte el precio de las materias primas;
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El estallido de una burbuja financiera;
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Sobreendeudamiento empresarial;
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Pérdida de confianza en la economía;
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Guerras, pandemias, etc.
En el entorno global actual, si se produjera una recesión, no te sorprendería que la pandemia, la guerra en Ucrania y los problemas de abastecimiento que han alimentado la inflación existente estuviesen entonces entre las principales causas; además de un sobre endeudamiento de los hogares canadienses ligado a los intereses muy bajos que han predominado durante años aquí.