Una gran cantidad de los inmigrantes que llega a Canadá son de Latinoamérica, de países en donde cosas como un seguro de vida son un lujo y tal vez poco necesarias. Sin embargo, en este país te encuentras en una realidad totalmente distinta.
En esta nota te contaremos 5 mitos que muchas personas creen con respecto a los seguros de vida, desde su precio, la posibilidad de comprarlos a todo momento y cuál es su verdadera función. Además, te contaremos dónde conseguir una asesora financiera en Quebec que se encargue de encontrar el seguro adecuado para ti.
Mito #1: ¿El seguro de vida es para mí?
Si crees que no necesita un seguro de vida, tiene razón, al menos técnicamente. La verdad es que no estás comprándolo para ti, sino para tu familia. Estas son las formas en las que el seguro de vida puede ayudar a tus seres queridos en tu ausencia.
A corto plazo podríamos hablar del pago del alquiler de la casa o la posible hipoteca que hayan estado pagando. Luego también hay que pensar en las facturas de tu vivienda y los costos del funeral, entierro o cremación, que en Canadá está valuado en $25,000, sin contar los gastos de repatriación.
A largo plazo piensa en el impacto económico de tu pérdida en el futuro. A veces, los miembros de la familia deben hacer cambios importantes que generan gastos adicionales, como que un cónyuge que no trabaja empiece a hacerlo y deba pagar la guardería o que tus hijos pasen del colegio a la universidad.
Mito #2: ¿Los seguros de vida son caros?
Este parece ser el pensamiento popular sobre los seguros de vida. Si bien el costo de la cobertura depende de muchas variables, como la edad, el sexo, el estado general de salud y el tipo de póliza, generalmente cuesta mucho menos de lo que la gente piensa.
De hecho, para personas saludables menores de 40 años, una póliza de $500,000 a 20 años puede ser menos de $37 por mes para hombres y $33 para mujeres. Si tienes menos de 30 años, puede incluso costarte menos de $30 por mes.