Yoga: Aprende a escoger el mat ideal

Es necesario evaluar ciertos aspectos para elegir este implemento básico para cualquier yogui

Montreal · Publicado el: 03/15/2016

Tengo que trabajar el apego. Soy apegada y mucho; sobre todo con objetos  irrelevantes que por alguna extraña razón no quiero apartar de mi vida. Pienso en el apego cada vez que desenrollo mi mat de yoga: está viejo y roto. El lugar donde coloco mis manos y pies está pelado; dentro de poco aparecerán cuatro huecos, y en ese momento el apego, así como el material del que está hecha mi colchoneta favorita, pasará a ser historia. Tengo otro mat, uno bello, rosado, acolchado y nuevo. Uno perfecto para realizar mis prácticas de yoga sin necesidad de sacrificar la salud de mis rodillas. No recuerdo quién me lo regaló, pero existe. Lo utilicé un par de veces, luego lo guardé y volví a usar el viejo, mi favorito, ese por el que siento un amor infinito.

Estas coloridas “alfombras” podrían parecer tener muy poca importancia para algunos, después de todo sólo nos paramos sobre ellas un par de veces a la semana. Pero estas superficies anti resbalantes son importantes, pues delimitan el espacio donde podemos conectarnos con nuestro interior, y permiten ejercitarnos con comodidad. Gracias a ellas, logramos un mejor entrenamiento, nos dan  soporte, nos amortiguan y  aíslan nuestro cuerpo del suelo. La elección del mat no puede estar motivada únicamente por el color, el  precio o la marca de moda;  es necesario evaluar ciertos aspectos para elegir, de manera inteligente, este implemento básico en la vida de cualquier yogui.

El material.  Si al oler el mat notamos un olor muy “plástico”, debemos descartar esta opción. Muchos están fabricados con PVC; de hecho, son los más comunes y económicos. Sin embargo, estos pueden contener cadmio o plomo, por lo que siempre será mejor elegir un tapete ecológico hecho de fibras naturales libre de tóxicos. Una buena elección son, por ejemplo, los de yute.

El grosor. Para las personas con alguna lesión en las muñecas o rodillas, resulta fundamental tener un apoyo extra, en este caso la mejor opción será adquirir una esterilla acolchada. Hay que tomar en cuenta que mientras más espeso sea nuestro mat, más pesará y será más difícil de doblar. Los tapetes delgados son mejores para transportar porque son pequeños y ligeros; la decisión dependerá como siempre de las necesidades de cada persona.

Tracción. Lo último que queremos durante nuestra clase de yoga es resbalarnos; especialmente al momento de ejecutar posiciones en las que trabajamos el equilibro. “Patinar” sobre el tapete no sólo dificulta nuestra práctica, imposibilitando la realización de ciertas posturas, sino que puede resultar sumamente peligroso, pues nos podríamos lastimar; por ello, es conveniente elegir uno que evite que nos deslicemos.

Tamaño y peso. Es importante conocer el tamaño del mat antes de comprarlo: nadie desea que su cuerpo sobresalga y termine acostado directamente sobre el piso, o tener espacio extra que invada el lugar de algún compañero y entorpezca su práctica. Por otra parte, el peso es un elemento determinante si tenemos que trasladarnos a pie para llegar a nuestra clase y debemos cargarlo. En este caso, siempre será mejor escoger una “colchoneta”  más liviana. 

Lo importante es elegir un mat que satisfaga nuestras necesidades. El instructor de yoga puede guiarnos en nuestra elección. Escoge el que mejor se adapte a ti; desenróllalo y procura que al hacerlo quede completamente estirado sobre el suelo, este es otro aspecto importante que muchos, a veces, olvidamos. Despídete del apego, y de ese mat que entorpece tu práctica, ¿Estás listo?


Manías de un cuerpo saludable

Erika De Paz Comunicadora social, instructora de Pilates y practicante de Yoga. En este espacio, Erika te ayudará a encontrar el camino adecuado para lograr el bienestar físico y mental que todos deseamos. Además, te transmitirá la importancia de vivir de una manera más sana, natural y feliz
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