¡Hola, qué tal! Hoy te voy a hablar de mi visita al Color Factory, de Nueva York. Un nuevo museo interactivo que no tiene desperdicio.
Primero debo aclarar que soy una apasionada del color. Creo firmemente que la vida llena de colores es más feliz y completa. Todavía me cuesta comprender como de niños estamos invadidos de color y luego vamos cambiando hasta llegar a tener un closet monocromático ¿Quién dijo que el negro es más serio que el amarillo o el rojo?
En mi búsqueda de experiencias coloridas me topé con el Color Factory de San Francisco el cual me enamoró con sus fotos en Instagram. Este verano me quedé maravillada cuando supe que este mismo equipo de artistas montaría otra de estas factorías en Nueva York, ciudad que se encuentra a 6 horas de Montreal en auto. Así pues, compré los billetes en línea e invité a toda la familia a un viaje a la gran manzana! Aquí te doy un resumen de todo lo que encontrarás en esta hermosa factoría.
Ver esta publicación en InstagramUn mundo de colores que vale la pena viajar unas seis horas desde Montrea. Foto: @carolina.arts
La factoría/museo se instaló en el Soho como no podía ser de otra manera. Agruparon a una serie de artistas locales y comenzaron a desarrollar las diferentes salas temáticas.
Es una visita interactiva ya que comes en cada una de estas salas. Tienes desde macarrones hasta gomitas y helados. También ofrecen bebidas efervescentes que van acorde con la sala que visitas. Cada sala tiene una finalidad. Una de las primeras te pone en contacto con un vecino a quién dedicas palabras bonitas de acuerdo al color en donde se encuentren.
Hay una sala con instrumentos musicales que riman de acuerdo a los colores de la sala. Cada color tiene un significado y el objetivo es que descubras tu color. Por otro lado, cada color tiene su historia la cual está escrita en sus respectivas puertas.
Un enorme cuestionario se encuentra en una de las habitaciones el cual te llevará a una puerta que te hace descubrir tu color de acuerdo a las respuestas dadas.
Es un mundo fantástico en donde tú eres el protagonista de tu historia y tus colores. Adicionalmente a tu teléfono celular, la factoría te entrega una tarjeta con código personal para que la utilices en cada habitación y obtengas fotos muy profesionales. No necesitas hacer selfies!