Refugiados, ¿Crisis política o crisis humanitaria?

Conoce el proceso que te permite salvar vidas humanas desde Canadá sobre el caso de Siria

Montreal · Publicado el: 09/16/2015

La crisis de refugiados de Siria ha generado no solo polémica política, ha generado polémica humanitaria.  ¿Cuál es nuestra responsabilidad como seres humanos? ¿Qué tanto podemos hacer nosotros, desde el otro lado del mundo por los millones de personas que están siendo desplazadas?

Los partidos políticos en Canadá han aventurado cada uno una cifra de refugiados que deberían ser recibidos en Canadá, la respuesta de Inmigración es que el proceso de revisión de antecedentes penales para garantizar la seguridad de Canadá no permite que se trabaje ni más rápido ni se acepten más personas que las propuestas por el gobierno actual.  Sin embargo un experto en el tema y quien fue pieza clave para la aceptación de 60,000 refugiados  de la guerra de Vietnam en 1979 -Mike Molloy- dice que es factible acelerar el proceso de revisión de antecedentes criminales.  Ya se hizo una vez, bajo el gobierno de Joe Clark (Primer Ministro perteneciente al partido conservador) a quien Molloy atribuye una gran capacidad de liderazgo y que de acuerdo con sus propias palabras es lo que nos falta hoy para afrontar esta crisis.

Molloy hace referencia en sus comentarios al proceso de patrocinio de refugiados que hasta ese momento apenas se había “inventado” pero no puesto en práctica en nuestra ley de inmigración.  Hoy lo tenemos disponible bajo dos categorías, la de refugiados patrocinados por organizaciones y la de refugiados patrocinados por grupos de 5 personas (o más) residentes o ciudadanos canadienses que decidan hacerse responsables económicamente de una persona o una familia.

Hay muchas organizaciones que están trabajando para patrocinar refugiados, hay otras que están dedicadas a asesorar grupos de cinco para presentar las solicitudes ante el ministerio de inmigración.  La responsabilidad que adquieren los patrocinadores es la de recibir y ayudar a establecer a la persona o familia que patrocinan, es decir, recibirla en el aeropuerto, ayudarle a registrarse en clases de inglés, ayudarle en el proceso de búsqueda de empleo (no garantizarle un empleo y en esto quiero ser clara, basta con referirlos a organizaciones que puedan ayudarles a conseguir uno, o referirlos con conocidos para que presenten entrevistas) ayudarles a registrar los hijos en los colegios públicos (la educación para ellos seria gratuita al igual que para cualquier otro menor de edad en edad escolar) y darles las indicaciones básicas de cómo asentarse en este país. 

Hay un componente económico que depende del número de personas que integren la familia patrocinada; por ejemplo, en el caso de patrocinar una sola persona el gobierno estima que los patrocinadores deben disponer de $12,600 de los cuales pueden deducir $8,500 por vivienda, ropa, muebles, costos de asentamiento y comida si los patrocinadores se los pueden ofrecer; es decir que el dinero que tendrían que depositar en el banco seria $4,100.  Si pusiéramos el caso de una familia de 4 personas (padre, madre y dos hijos menores de 21 años) el gobierno estima que los patrocinadores deberían tener disponibles $27,000 de los cuales pueden deducir $14,750; es decir que deberían depositar en la cuenta bancaria $12,750.

Este dinero que debe depositarse en una cuenta bancaria debe estar disponible en caso de que la familia patrocinada lo necesite para cubrir sus costos de asentamiento.  La responsabilidad es por un año, es decir que la familia no puede solicitar asistencia social durante este periodo; pero hay que tener en cuenta que ellos pueden llegar a trabajar y por lo tanto pueden solventarse económicamente sin necesidad de recurrir a los fondos aportados por los patrocinadores.

Dentro de los miles de refugiados que están cruzando las fronteras de Europa, o aun  de nuestros países latinoamericanos debido a nuestros propios conflictos, hay personas de todo tipo de ocupaciones: médicos, abogados, ingenieros, carpinteros, estudiantes, mujeres viudas, ancianos y niños.  La inmensa mayoría de ellos son personas sin mancha en sus registros criminales, trabajadores y personas responsables que únicamente están huyendo de una situación insostenible donde sus vidas corren peligro. La inmensa mayoría de ellos están buscando integrarse activamente a la sociedad que los reciba, buscar un trabajo y construir un futuro para ellos y sus hijos. 

Canadá recibe cada año cerca de 250,000 inmigrantes (no hablo de refugiados sino bajo todas las categorías) y no nos preocupamos de que todos ellos vengan a abusar del sistema, a costarnos miles de millones en servicios sociales ni de que todos ellos, o mejor todos nosotros porque en algún momento fuimos nuevos inmigrantes también, seamos terroristas.  Entre 1980 y 2014 Canadá recibió 7’184,616 ** inmigrantes de los cuales 955,964** son refugiados. ¿Cuantos terroristas tenemos en Canadá? Porque habríamos de pensar que el hecho de ser refugiados, de estar huyendo de una crisis, de tratar de salvar sus vidas aun enfrentándose a los riesgos que implica atravesar fronteras caminando o abordando botes con menos de las condiciones mínimas de seguridad los convierte en un peligro para nuestro país. Si casi un millón de personas que han llegado como refugiadas a Canadá en los últimos 35 años fueran terroristas este país sería uno de los más peligrosos del mundo.

La forma de ayudar a salvar la vida de quienes están en riesgo está en nuestras manos, podemos donar dinero a través de alguna de las organizaciones que lo están recaudando, podemos firmar las peticiones y ejercer presión para que nuestro gobierno ponga en marcha las medidas necesarias para acelerar los procesos de patrocinio de refugiados y podemos también, al igual que patrocinamos niños alrededor del mundo a través de organizaciones como World Vision o Plan Canadá, patrocinar una familia o una sola persona y ofrecerle un futuro en nuestro país.

Los invito a que lean el artículo de MacLeans Canada sobre Mike Molloy.  Las opciones si no existen hay que crearlas y la decisión está en nuestras manos.

Mi correo electrónico está abierto para todos aquellos que quieran mayor información sobre este proceso que nos permite salvar vidas y ofrecer futuro y honrar con ello la tradición humanitaria de Canadá y nuestra responsabilidad como seres humanos.

Claudia Palacio., RCIC
ICCRC R 416911
*Claudia Palacio es Consultora de Inmigración Certificada y colaboradora de este semanario.  Pueden dirigir sus preguntas a claudiap@filici.com
** Datos obtenidos de Open Goverment Canada. 

Publicado: 16/09/2015

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