Foto: @swbyl / @reseausepaq
A Quebec, apodada "la provincia de la bella", no le faltan encantadores destinos para viajes por carretera. Desde los imponentes picos de Mont-Tremblant hasta los acantilados de Gaspé y el encanto adoquinado de Montreal y la ciudad de Quebec, la provincia es un lugar de recreo tanto para los amantes de la naturaleza como para los buscadores de cultura.
Pero escondida en la Costa Norte, La isla Anticosti es una joya menos conocida que parece su propio pequeño mundo, o más bien, uno enorme. Es la isla más grande de Quebec y posiblemente una de las más mágicas.
Ya que seguimos en época de primavera en Montreal aun tienes la oportunidad de visitarla en todo su esplendor y aquí te dejamos 5 razones por las que debes ir, aunque sea un fin de semana.
1. Tiene vistas increíbles
La isla Anticosti, más grande que la Isla del Príncipe Eduardo pero con muy pocos habitantes, ofrece paisajes salvajes e inexplorados. Desde acantilados de piedra caliza en la costa norte hasta ríos verdes ocultos en densos bosques, es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Lugares como el Faro Pointe Nord o sus múltiples senderos brindan vistas espectaculares del entorno natural.
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2. Hay cataratas y cuevas secretas
La isla Anticosti alberga cuevas y cascadas ocultas en paisajes casi vírgenes. Destaca la impresionante cascada Vauréal, de 76 metros de altura, más alta que el Niágara. También se puede nadar en los tranquilos pozos esmeralda del cañón Rivière du Brick o disfrutar de las aguas claras del río Chicotte. Para los más aventureros, la Cueva de la Patata, una de las más largas de Quebec con más de 600 metros, puede explorarse por cuenta propia con casco y linterna disponibles en el Centro de Visitantes McDonald.
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