A una ciudadana canadiense, nacida en Canadá, con residencia actual en Montreal, Quebec, le ha sido negado el ingreso a los Estados Unidos alegando que no contaba con visa por ser inmigrante. La joven de 30 años Manpreet Kooner fue retenida durante seis horas en la frontera y tras un extenso interrogatorio el oficial señaló que la canadiense debía pedir una visa en los servicios consulares de Estados Unidos en Ottawa.
Los oficiales norteamericanos le tomaron las huellas digitales, la fotografiaron e incluso la interrogaron antes de negarle el acceso al país. Fue en ese momento que le dijeron que era un inmigrante sin una Visa válida a EEUU.
Incluso hicieron que Manpreet firmara un documento señalando que era una inmigrante y que estaba permitida viajar a USA sin una visa de inmigrante.
Días después en la embajada estadounidense de Ottawa los funcionarios le señalaron lo que ya era obvio: ella no necesitaba visa. Los acuerdos entre Canadá y USA permiten a los ciudadanos de ambos países viajar sin la necesidad de visa.
El hecho ha desatado polémica porque el actual gobierno canadiense se ha mantenido en silencio y al margen de las injusticias que están recibiendo ciudadanos canadienses.
Muchos señalan que se ha tratado de un acto racista, ya que Manpreet Kooner es hija de indios que migraron a Norteamérica en los años sesenta a Canadá. Sin embargo, la joven nació y creció en el país.
Cabe recordar que este no es el primer caso similar en la frontera, pues ya una mujer musulmana de Canadá acusó a las autoridades norteamericanas de negarle acceso al país.
