Tan solo con su voz, sus guitarras y un cuarteto de músicos que la acompañaban, Natalia Lafourcade supo ganarse el corazón de todos los asistentes a estas dos veladas. Con sus presentaciones en Montreal, la artista no solo dio inicio al Festival de Jazz de Montreal 2023, sino también a su gira ‘De todas las flores tour’, que la llevará por varios países de América y Europa en los próximos meses.
Con un espectáculo totalmente inédito, luego de 5 años de no haber girado, Natalia abrió el primer concierto de su tour con los temas de su último álbum original, ‘De todas las flores’. La escenografía, una silla de madera en el medio del escenario junto a una mesa de noche con una pequeña lámpara de luz cálida, nos transporta de entrada a una casa de campo de Veracruz.
Entrando en escena a paso lento, con una expresión de humildad, nerviosismo y respeto hacia la audiencia al mismo tiempo, la cantante se sienta en la silla. Con la guitarra en la mano, un vestido oscuro de gran vuelo se extiende debajo de sus faldas, simulando un mar de lágrimas a sus pies.
Empezando por ‘Vine solita’, el tema que también abre su último álbum, Natalia recorre ininterrumpidamente las primeras 5 canciones de ‘De todas las flores’ en orden, con un tono melodramático. Al llegar a ‘El lugar correcto’, una composición que nos invita a vivir el presente, la audiencia se aviva y es entonces cuando la cantante le da la bienvenida a su público al concierto. Con la sensibilidad que la caracteriza, prosigue luego con el set de la segunda mitad del álbum, más ligera y en confianza, haciendo un breve comentario para cada tema, como ‘Pajarito colibrí’, ‘María la curandera’, entre otros.
Es cuando llega a la canción ‘Muerte’, un canto de agradecimiento a las pequeñas muertes que uno vive en vida, que Natalia sorprende con una danza catártica con el vestido que la arropaba.