El Gobierno de Canadá endurecerá las condiciones de llegada de los trabajadores temporales extranjeros al país, al aumentar su coste de contratación, para evitar que las empresas canadienses reemplacen a trabajadores locales con mano de obra barata llegada de otros países.
El ministro canadiense de Ciudadanía, Inmigración y Multiculturalismo, Jason Kenney, anunció hoy estas medidas tomadas a raíz de que se conociera que el Royal Bank of Canada (RBC) había prescindido de alrededor de 40 trabajadores canadienses para sustituirlos por trabajadores indios, a los que trasladó a Canadá para entrenarlos, pero esto pareció como una maniobra del banco para sustituir los puestos de los canadienses por personal foráneo a un coste menor.
Kenney reconoció que el programa existente permite la llegada de 300.000 trabajadores temporales extranjeros cada año, pero distintas empresas lo han usado para sustituir a trabajadores canadienses por inmigrantes, ya que hasta ahora una disposición permitía que los trabajadores temporales extranjeros recibieran un 15% menos del salario medio para ese trabajo.
La eliminación de esta norma es la principal novedad anunciada por el ministro Jason Kenney y era una de los principales reclamos de los sindicatos y de la oposición al considerar que un salario menor para los inmigrantes temporales fomentaba la bajada de salarios de los trabajadores canadienses y la importación de mano de obra barata.
"El programa de trabajadores temporales extranjeros tenía la intención de responder a una grave escasez laboral sólo temporalmente, pero no para desplazar trabajadores canadienses", recordó Kenney en una conferencia de prensa para anunciar los cambios en este programa de inmigración.
Adicionalmente el Gobierno de Canadá encarecerá la contratación de trabajadores temporales extranjeros al aumentar las tasas que pagan las empresas y los propios inmigrantes, que actualmente son de unos 150 dólares canadienses.
Estos cambios llegan después que Canadá perdiera 54.500 puestos de trabajo en marzo, aunque los analistas creen que las nuevas medidas no supondrán un cambio notorio en la llegada de trabajadores temporales extranjeros a Canadá, principalmente para el sector agrícola.