La ciudad de Montréal es un lugar encantador y multicultural, que se enriquece con influencias de diversas culturas. Su rica historia y su alcance global la convierten en un destino fascinante para vivir y visitar. Entre sus influencias más destacadas se encuentra la francesa, que se puede apreciar en diversos rincones de la ciudad. A continuación, descubre algunos de estos lugares que te transportarán a Europa sin salir de Montréal.
Old Montréal
Old Montréal es famoso en todo el mundo por sus influencias francesas, especialmente en la Rue Saint-Paul y el Marché Bonsecours. Las calles de este histórico lugar datan del siglo XVII y rebosan arte, cultura y diseños arquitectónicos que te transportarán al pasado. Con sus estrechas calles empedradas, edificios históricos y encanto antiguo, pasear por esta zona es como dar un viaje en el tiempo. La Basílica de Notre-Dame, la Place Jacques-Cartier y el Ayuntamiento son solo algunos de los lugares emblemáticos que te harán sentir como si estuvieras en Europa.
Old Port
Situado en el barrio histórico de Old Montréal, el Old Port cuenta con los muelles Quai Alexandra, Quai Roi-Édouard y Quai Jacques-Cartier. Sus influencias arquitectónicas europeas se destacan en la mezcla de estilos que evocan el encanto de los antiguos puertos europeos. Los edificios históricos restaurados y las estructuras de piedra natural reflejan la arquitectura de épocas pasadas, recordando la influencia francesa característica de Montreal. Los muelles y almacenes restaurados añaden autenticidad y nostalgia, transportando a los visitantes a tiempos antiguos.