13 de Abril del 2002, Salón 21, Ciudad de México. Se presentaba la gira Odisea de los grupos regios “Zurdok” y “Jumbo”, los teloneros, una banda nueva, que hace poco había sido firmado SONY music (para su desfortuna), “Zoé”. No había escuchado mucho de ellos en ese entonces, solo una fama que tenían de no sonar muy bien en vivo, y así era, fuera de tiempo, la voz des entonada, un poco caótico.
Terminando el concierto afuera del recinto, en una Van estaban los integrantes del grupo vendiendo discos y memorabilia, mano a mano con los asistentes.
Un par de años después, cuando trabajaba en la radio, tuvimos un evento en el estudio en el cual se presentaba Zoé, para este entonces ya eran más populares y empezaban su cruzada para convertirse en una de las bandas mas grandes del país.
Estaba algo cansado y no muy interesado en lo que estaba pasando, así que me fui hasta la parte mas recóndita del estudio, la ultima frontera, la pared trasera, y me senté en el piso. La escena se reproducía frente a mi, veía a la gente interactuar, las bandas sonar y el planeta girar, era un día de los que no es fácil sentirse parte de el mundo, pero para mi sorpresa, parecía que no era el único que se sentía así.
Una figura delgada salía de la masa y caminaba directo a mi suspendido espacio. Llego hasta donde estaba y se sentó junto a mi, a nivel de tierra, era León Larregui, vocalista de Zoé, no hubo saludo, no dijimos nada, tan solo nos quedamos ahí algunos minutos, sintiendo la libertad de no ser parte del mundo y sentirse bien. Después se levanto y volvió a la escena para el performance.
21 de Agosto, 2012, sale al mercado un disco titulado “Solstis”, autor; León Larregui. Cuando me entere de esto, lo primero que pensé fue que Zoé se había desintegrado, y ahora comenzaba su carrera solista, pero para mi alivio y seguramente el de varios fans de la banda, no era así, y hasta ahora no se opone una cosa con la otra.
Lo primero que escuché, por recomendación de un amigo fue “Como Tú” que desde el primer estruendo de guitarra me atrapó, un rock n roll bien ejecutado. Pero más me gustó, que el resto de las canciones no fueran como esa (porque a pesar de ser una muy buena canción, no tiene nada nuevo en su sonido), si no unas interesantes mezclas entre Beatlescas melodías y viejos boleros mexicanos, letras muy reales, sinceras, de alguien que expresa no temer a las turbulentas corrientes de las relaciones humanas, capaz de ir, sumergirse, salir y contar como fue, cantándonos la historia con palabras sencillas dibujando astros y estrellas como es su sello personal.
Mi track favorito sin duda alguna es “Brillas”, una balada de amor muy bien realizada, y también vale la pena escuchar “Femme Fatal”, “Carmín” y “Souvenir”.
Publicado: 14 de diciembre, 2012
Texto: José Salvador Zarate
