Sin lugar a duda la pandemia provocada por el COVID-19 está teniendo un efecto destructor en el mundo entero. En términos económicos no hemos tenido una depresión a este nivel desde el año 1920. El número de personas infectadas y el número de muertos en el mundo afecta prácticamente a cada familia ya que la mayoría tenemos un pariente o un amigo con el virus o sabemos de algún pariente o amigo enfermo. También, la depresión y ansiedad que nos provoca el aislamiento social puede llegar a afectar nuestra salud aun sin tener el virus, y es por eso por lo que es importante que encontremos la manera de mantenernos activos y positivos ante la situación que nos toca vivir.
No obstante, a pesar de todos los efectos negativos que la pandemia en sí representa, bien se puede decir que ésta está generando también algunos efectos positivos que debemos celebrar, así como también debemos aprovechar el distanciamiento social y el estar aislados para prepararnos para que en el momento que volvamos a la “normalidad”, cualquiera que esta sea, estemos preparados para seguir adelante ante el nuevo mundo en el que quedaremos.
Uno de los efectos más lindos que se ha desarrollado durante este periodo de crisis y de cuarentena es el altruismo. En una sociedad cerrada y a veces hasta “fría” como la nuestra, donde el vecino de casa no te conoce ni te saluda cuando te ve, es enternecedor que ahora esté llamando a tu puerta para ofrecerte ayuda con hacer las compras ya que ellos están yendo al mercado. Mi hermana, que tiene tres hijos pequeños, pudo hacer la búsqueda de chocolates y los Huevos de Pascuas con sus hijos gracias a una vecina que compró una orden enorme de chocolates directamente de la fábrica y los distribuyó en las casas de su cuadra donde había niños.
En otro nivel, nunca creí que llegaría el día en que los políticos de los distintos partidos se pondrían de acuerdo para hacer avanzar el país, por lo que durante esta situación nos ha sorprendido ver como representantes de los distintos partidos políticos del país han estado cooperando entre sí, y hasta enemigos políticos eternos se han estado apoyando y dándose cumplidos públicamente.
Una queja diaria de todo mundo siempre ha sido la alta tasa de impuestos que pagamos en Canadá a cada uno de los niveles de gobierno, pero ante situaciones como la que estamos viviendo nos damos cuenta de la importancia de pagar estos impuestos para el beneficio de la sociedad en común. Porque todos los beneficios anunciados por el gobierno, si bien probablemente no serán efectivos al cien por ciento, por lo menos nos ayudarán a pasar estos momentos tan difíciles.
Lamentablemente hay grupos de personas que no califican para ningún tipo de ayuda del gobierno dado que no cumplen con los requisitos o porque no tienen un estatus migratorio en el país. Pero por suerte muchos individuos e instituciones han ofrecido ayuda para estas personas. Algunos han puesto avisos en las redes sociales diciendo que quienes estén en necesidad por favor les manden un mensaje privado y les digan qué necesitan para poder ayudarles. Otros, como el Centro Cultural Latinoamericano en nuestra comunidad de Toronto y la organización No one is illegal a nivel nacional, están distribuyendo bolsas de alimentos para las personas que se encuentran necesitadas. Estas son iniciativas muy loables que merecen ser destacadas y emuladas por todos nosotros.
También, como efecto directo de esta pandemia, a las personas de la tercera edad finalmente se les está dando el lugar que merecen por ser nuestros “sabios”: Los negocios han designado horarios especiales para ellos a fin de facilitarles el poder hacer las compras dado que es uno de los grupos más vulnerables de la sociedad.
Otro aspecto positivo de la cuarentena, si bien nos ha dado muchos dolores de cabeza a algunos, ha sido el tener que aprender nuevas habilidades para mantenernos en contacto con nuestros clientes, alumnos, familiares y amigos. La mayoría de la sociedad, incluida yo, hemos tenido que aprender a usar programas y aplicaciones de la web para poder seguir trabajando o comunicándonos con nuestras familias y amigos, y sin lugar a duda el manejo de estas herramientas va a ser de mucho beneficio en el futuro. Aquí hay que decir que, con toda seguridad, de no haber sido necesario, nunca nos hubiésemos preocupado en aprender a usarlos.
A propósito del uso de las nuevas tecnologías, las personas cuyos procesos de inmigración han sido postergados debido a la pandemia, a pesar de que obviamente esto es un retroceso en el proceso, también pueden buscarle la parte positiva ya que hay quienes necesitan mejorar su nivel de inglés. Por favor, aprovechen este tiempo para estudiar, puesto que, si bien en estos momentos no hay clases presenciales, se pueden encontrar programas en línea y hay muchas escuelas que están dando clases en línea también.