Millones de personas en todo el mundo han perdido o van a perder sus trabajos y multitud de empresas tendrán que reinventarse o cerrar. En tiempos de pandemia, la mejor herramienta para avanzar sigue siendo el netwoking… aunque a distancia.
El networking es esencial para mí. Personalmente, creo que construir una red de contactos y mantenerla activa y en constante crecimiento resulta decisivo para establecer nuevas alianzas, forjar oportunidades de negocio, abrir perspectivas laborales, fomentar sinergias, generar nuevas ideas y progresar entre todos, con el fin de progresar en el ámbito profesional y personal. Mi experiencia en diferentes empresas me ha demostrado que el networking ha sido el germen de los mayores logros.
De ahí que siempre haya valorado los eventos, conferencias, comidas de negocios, encuentros, como el mejor momento para conocer gente, compartir conversaciones, preguntar, escuchar, estrechar su mano, intercambiar tarjetas, etc. Luego viene el proceso de afianzar el vínculo con un correo o una llamada, recordar el encuentro y programar una cita para seguir hablando de planes conjuntos, de lo que somos capaces de dar a los otros y de lo que pueden ofrecernos los demás.
Pero, ¿cómo algo tan fructífero puede llevarse a cabo cuando no podemos vernos ni tocarnos? Yo creo que es perfectamente posible.
Retomar contactos. La COVID-19 nos ha colocado en una realidad tan difícil que no hace falta preguntar a la gente cómo está, porque cualquiera puede contestar "mal" o "no muy bien", ya que todos, en mayor o menor medida, sufrimos por nuestra situación o la de los demás. Por eso, lo mejor es reconectar con la gente que teníamos olvidada y preguntarles cómo lo están llevando. Necesitamos hablar de nuestras emociones y, si no podemos quedar a comer en un restaurante, siempre podemos tomar un café virtual con un colega profesional o un empresario de un sector vinculado.