Una de las noticias que ha impactado fuertemente el área migratoria del país en los últimos días es que una jueza de la Corte Federal de Canadá dictaminó, el pasado 22 de julio, de que Estados Unidos no puede ser considerado como un tercer país seguro para los efectos del Tratado del Tercer País Seguro vigente entre Canadá y los Estados Unidos.
La jueza Ann Marie McDonald dictaminó además que Canadá, al estar regresando hacia los Estados Unidos a las personas que llegan a nuestros puertos de entrada terrestre a pedir refugio, porque eso es lo que dicta el tratado, está infringiendo la constitución canadiense dado que viola los derechos que le otorga la constitución canadiense a cualquier persona que pisa suelo canadiense.
La lógica jurídica de la jueza McDonald es que las personas que están llegando desde los Estados Unidos a la frontera canadiense a pedir refugio están en suelo canadiense, y por tanto deben ser protegidas por la Carta de Derechos y Responsabilidades del Ciudadano, específicamente bajo la sección 7 que dice que toda persona tiene derecho a la vida, a la libertad y seguridad, y que este derecho no le puede ser quitado excepto de acuerdo con los principios de justicia natural.
Esta decisión tomada la semana pasada es sumamente importante, pero lamentablemente tenemos que esperar seis meses para ver de que manera va a reaccionar el gobierno, ya sea con su acatamiento a la misma o con la apelación ante la Corte Federal de Apelación.
Que los Estados Unidos no es un país seguro para los refugiados lo han estado diciendo distintas organizaciones que trabajan con los refugiados desde que el tratado fue implementado en el año 2004. Incluso han sido presentados otros casos ante la Corte Federal donde se ha pedido lo mismo, que se cancelara el tratado porque era inconstitucional, pero esta es la primera ocasión en que el grupo de organizaciones sociales que presenta esta revisión judicial ante la Corte logra demostrar con hechos fehacientes que el tratado es violatorio de los derechos de los refugiados.
Porque, por ejemplo, muchas personas que han sido regresadas desde la frontera canadiense hacia los Estados Unidos han sido detenidas. De hecho, hay un caso de una señora que la detuvieron inmediatamente fue regresada a los Estados Unidos y la tuvieron en confinamiento solitario durante todo un mes.
Pero además de la documentación que se presentó en la Corte Federal, todos hemos visto en los medios de comunicación el tratamiento que se le da a los refugiados en los Estados Unidos, así como como también a las personas que tienen estatus de inmigrantes. Hemos visto la separación de familias, la separación de niños de meses de sus familiares, y de hecho hay una cantidad de esos niños que en estos momentos no logran juntarlos con sus familiares, y todo esto seguramente ha sido tomado en consideración en esta decisión de la Corte Federal.
El Tratado del Tercer País Seguro fue firmado en el año 2003 entre los Estados Unidos y Canadá, e implica que ninguna persona que se encuentre en cualquiera de los dos países puede cruzar la frontera por tierra para pedir refugio en el otro país. Es decir que si una persona se encuentra en Canadá no puede cruzar la frontera y pedir refugio en los Estados Unidos, y de igual forma una persona que se encuentra en los Estados Unidos no puede cruzar la frontera para pedir refugio en Canadá, a menos de que cumplan con ciertos requisitos para las excepciones del tratado.