Un reciente informe elaborado por investigadores de Derechos Humanos insta al gobierno canadiense a encontrar urgentemente alternativas para detener a niños inmigrantes ya que actualmente en la práctica está ocasionando un daño perjudicial en las vidas de esta población vulnerable.
El informe estuvo a cargo del programa internacional de Derechos Humanos de la Universidad de Toronto y señala que cientos de niños han sido detenidos en los últimos años por violar las leyes de inmigración de Canadá. Algunos niños incluso provienen de Siria y otros países que actualmente están en conflicto bélico.
Un promedio de 242 niños han sido detenidos entre el 2010 y 2014, según el informe. La Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá detiene a estos niños por considerar el riesgo de que puedan fugar o que sean u peligro para la sociedad.
Generalmente, los niños son llevados a centros federales de detención en Toronto (Ontario) y Laval (Quebec). Lamentablemente, estas instalaciones son parecidas a cárceles, con poca privacidad y libertad para movilizarse, mala alimentación y acceso inadecuado a la educación y recreación, dice el informe.
El reporte concluye que se debe proteger el derecho a la salud (física y mental) de los niños inmigrantes en Canadá. Asimismo, no es adecuado separar a los niños de sus padres ni mucho menos privarlos de su libertad.