Por: Juliana Pérez Sánchez
Fotografías: Esperanza Sánchez Espitia
Entre murmullos, saludos, reencuentros, recibimientos en el aeropuerto, abrazos, respeto y un mismo latir criollito transcurrió el Festival de la Marinera en Montreal. El festival comenzó con pie derecho en el marco del Festival Peruano en el Jean-Drapeau. Allí, el fervor popular se confundió entre el ritmo y la dance de Ricardo Llerena, campeón mundial de la marinera y Catherine, Reina del concurso Mundial Selectivo de Montreal. No hay palabras para describir ese momento de gloria, ese momento de éxtasis y de desenfreno colectivo en donde más de cinco mil pañuelos fueron ondeados. Esa gran manifestación masiva convirtió el lugar en una sola mancha blanca mezclada con un gran orgullo de ser peruano.
Fotos: Esperanza Sánchez Espitia
Pero ese solo sería el comienzo de la fiesta, luego la sala de recepción Le Mirage fue el escenario de otro apoteósico momento de intercambio de risas y festividad. La transmisión de una cultura latente de la danza marinera un baile que está impregnado en lo más sagrado de las memorias de un país, y que gracias al arduo trabajo de personas como Kitty Pérez, presidenta del Club Libertad Filial Montreal, es preservado y divulgado desde Montreal hasta el mundo. Allí se dio lugar a la coronación de la bella reina Catherine, Reina del concurso Mundial Selectivo de Montreal
Fotos: Esperanza Sánchez Espitia
La cultura Peruana estuvo altamente representada, la elegancia, nobleza, humildad y profesionalismo de artistas como Dayan Aldana, una voz criolla con aroma de Perú, Pedro Díaz y su magistral interpretación de la marinera en francés y ese público adorado que siguió fielmente los pasos de este festival y que con sus pieles blancas y bronceadas, sus estruendosas carcajadas, sus ojos picarescos y ese gran sentido del humor nos hizo ser parte de este gran mestizaje latino. En el aire quedó flotando una gran ilusión y una exaltación de cada uno de nuestros sueños de gloria, una invitación a preservar lo nuestro y a dejar volar muchos pañuelos blancos.
Fotos: Esperanza Sánchez Espitia
Luego, el toque cinematográfico fue puesto en escena en el Cinema Du Parc. La película, Sueños de Gloria, El Primer musical peruano. Aquí la siempre coqueta marinera salta al cine para narrar de una manera romántica los sueños que se tejen al compás de su danza y de su historia.
Fotos: Esperanza Sánchez Espitia
Y finalmente, el Festival cierra con broche de oro, gracias al Concurso de Marinera, el 1er selectivo mundial de marinera, que pudo ser observado en todo el mundo gracias a la transmisión en directo de Twitter Live Stream.
Fotos: Esperanza Sánchez Espitia
Así, entre coreografías, concursos, y mucha alegría finaliza un evento lleno éxito, el Festival de la Marinera en Montreal. Nuestro equipo de Montreal Hispano los felicita por este bello éxito cultural y les desea un feliz retorno a casa a todos los participantes.
