Recuerdo aquellas tardes de verano en las que mi madre se sentaba a la puerta de la casa con mi hermana entre sus piernas y pasaban horas y horas peinándole los cabellos, de inicio, mi hermana se queja, era de entender pues había muchos saludos en su cabello, sin embargo, con el gentil paso del cepillo una y otra y otra vez, mi madre lograba desenredar todos y cada uno de los minutos que durante el paso de los días se habían generado.
Con el tiempo, aquella imagen se fue volviendo costumbre, y hoy que la recuerdo, me pregunto cuantas ocasiones dedicamos más tiempo a desenredar los minutos de nuestro cabello y tan poco tiempo a desenredar aquellos minutos que llevamos en el alma.
Sin duda alguna, es importante el presentar una imagen aceptable y agradable hacia los demás, sin embargo también es de vital importancia el presentar a nosotros mismos una imagen desenredar, asegurándonos de que hemos enfrentado aquellas situaciones que han causado problemas en nuestra vida.
Tal vez, tal vez sea tiempo de hacer una pausa en el camino, sentarnos en nuestra silla preferida, y verdaderamente dedicar un momento a peináramos, a desenredarlos, pero no estoy hablando del cabello sino más bien estoy hablando de tomar un momento para desenredarnos el alma, de poner orden en aquellos pensamientos que nos afligen, en aquellas situaciones que nuevos podido superar.
Tal vez descubramos que un nudo de esos que nos tienen enredado, no requieren más que de un buen tirón, tal vez con el simple hecho de aceptar que algo ha ocurrido, que alguien ya se ha ido, o de pedir perdón aquellas personas a las que hemos ofendido, estaremos avanzando hacia un futuro menos enredado, al menos a sabiendas de que vamos bien presentados para un futuro mejor.
En mi trabajo como escritor, conferencista internacional y Coach, uno de mis objetivos es el degenerar preguntas que ayuden a localizar esos mundos en las vidas de las personas, para que cada quien vaya tomando responsabilidad por los minutos que le toca desenredar, no siempre sencillo pero eso sí te aseguro al terminar sentirás que estás completamente rejuvenecido, te sentirás mejor, podrás enfrentar nuevas dificultades pero sabrás que así como acechan el pasado con esos nudos que te molestaban así podrás hacer en un futuro para volver hacer una pausa en el camino y desenredar aquello que te causa problema.
Tal vez sea tiempo de hacer una pausa y peinarnos, peinarnos el alma.
Si tienes algún comentario, me encantaría leerlo en esta misma página, muchas gracias por tu tiempo y tu atención.
Jaime Leal
Conferencista
Twitter: @jaimeleal