Uno de mis pasatiempos favoritos es el de encontrar aquellos momentos en los que nos jugamos sucio a nosotros mismos, cuando nuestra mente nos juega "trucos" que nos llevan a sentirnos mal o simplemente a no salir de ese estado emocional en el que nos encontramos y que no nos agrada.
Uno de los errores mas comunes es el de pensar frecuentemente que se puede cambiar el pasado; esto involucra frases como: "Si yo no hubiera...", "Si tan solo yo hubiese...", "Si esto o aquello no hubiese pasado..."
Frases que luego conectamos a las consecuencias o circunstancias que en nuestro presente no tendríamos que estar viviendo.
Sin duda alguna es bueno aprender del pasado, pero por otro lado, quedarnos permanentemente pensando que podríamos cambiarlo, se puede convertir en una de las trampas que consumen más tiempo en nuestra vida.
Definitivamente el pasado no se puede cambiar, lo que sí se puede cambiar, es la forma en que te sientes con respecto al mismo.
La forma en que entiendes que lo que te ha ocurrido es un aprendizaje, una enseñanza y que debes utilizarlo para crecer a niveles más altos, tanto a nivel profesional como personal y espiritual.
Entendamos que el pasado no se puede cambiar, pero la forma en que nosotros nos sentimos con respecto al pasado, esa sí se puede cambiar y es precisamente ese uno de los temas que mas frecuentemente abordo en mis Conferencias y Talleres.
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Por @jaimeleal