El monstruo está de regreso

Al regresar de viaje terminas más cansado de lo que te fuiste y preferirías no haberte marchado

Montreal · Publicado el: 05/22/2013

De regreso de viaje siempre te encuentras con mil tareas pendientes, y al final terminas más cansado de lo que te fuiste, justo eso nos está sucediendo y tengo algo por contar.

Nos fuimos de viaje porque estábamos exhaustos del corre corre de todos los días. Llevábamos casi dos años sin salir a ninguna parte y ya nos sentíamos bastante ahogados. En el viaje todo resultó fantástico: el lugar estaba precioso y realmente nos divertimos mucho. Fue una bendición ir de nuevo al mar.

Fueron siete maravillosos días de no hacer absolutamente nada, el clima fue benévolo con nosotros y mejor no nos pudieron recibir.  Antes de irnos, me aseguré de no dejar nada pendiente. Las cuentas estaban al día, mi mamá se quedó en casa para cuidar de Udon y de Munra y todo parecía estar en orden.

Al regreso ya todo no estaba tan bonito, teníamos una cantidad de cosas por resolver y todo se fue volviendo un nudo que debíamos desenredar lo más pronto posible. La paz interior, el espíritu zen y los buenos propósitos se fueron esfumando a medida que se abrían los sobres, el correo, se revisaba el celular...en fin, una lista tan grande de cosas por hacer que hasta el día de hoy no hemos terminado.

Es increíble la cantidad de cosas que se acumulan mientras te ausentas siete días por año, a tal punto que a veces prefieres mejor no haberte marchado.

Para los que nos visitan en nuestro blog, ya habrán leído mi historia sobre el armario del terror, pues les cuento que ahora está casi igual o peor que antes. Esto del minimalismo y de la vida sin excesos es mucho más complejo que el solo hecho de tener pocas cosas. Es tener también la mente vacía, un día a día poco agitado y una actitud muy muy pasiva, cosa que para mí ha sido realmente difícil.

Sin embargo no me doy por vencida. No quiero morir joven y entonces, tendré que aprender a manejar el estrés y esas ganas de tenerlo todo en orden.

Tal vez me mude a la campiña un día si es necesario.

Si quieres conocer más sobre esta historia de amor entre lo que quiero y lo que necesito, síguenos en La maison derrière

Eli.


La maison derrière

Kazu y Eli Kazu y Eli, dos jóvenes esposos residentes en Montreal, Canadá. Un closet compartido, un gato y un pez. Minimalistas.
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