(Fotos: Carolina Castillo)
Hola ¿Qué tal?
Arrancando ya febrero y con un enero interminable, puedo afirmar que este será el año de volver a las tradiciones y actividades que tanto nos gustan.
No soy una persona muy popular. Tengo amigos regados un poco en cada sitio y sorpresivamente durante el mes de Enero tuve más reuniones e invitaciones que las que tuve durante todo el año 2022.
El punto en común de todos estos encuentros era el mismo: La necesidad de vernos en persona, la necesidad de reconectar de verdad. Esa alegría de sentirse rodeado de gente que te conoce y que quiere pasar un tiempo sin celulares, ni tecnología.
Estamos hartos de las videollamadas, del netflix y de quedarse en casa por miedo o por precaución. Podría pensar que ya en el 2022 nos dedicamos a los encuentros pero sería mentir.
Estábamos un poco rezagados y nos dedicamos a viajar, a recorrer kilómetros y kilómetros de distancia sólo por sentir que recobrábamos la libertad perdida en tiempos de pandemia. Sin embargo, fuimos prudentes. Viajamos con familia y en un círculo bien cerrado.
El 2023 lo veo diferente. Lo veo como el año de las verdaderas y genuinas reuniones en donde disfrutamos de ese momento presente sin ver el reloj ni el celular.
En casa también he notado diferencias. Nosotros hemos adquirido un tocadiscos y disfrutamos ahora de ese silencio al acabar una canción o acabar el lado del disco.