Cuando compras ingredientes de temporada, estás llevando a tus platos más sabor, en ocasiones más nutrición y hasta economizas un poco de dinero. Pues como están en temporada, hay mayor cantidad de ellos. Mientras que el resto del año, pueden estar genéticamente alterados, son menos sabrosos o quizás no tan frescos si vienen de otros países.
La primavera es la época más divertida y fácil para llenar de color tus platos. Tienes espárragos blancos, verdes y púrpuras, las fresas, el coliflor de varios colores, el repollo púrpura y todos los “bebés” (baby carrots, baby remolachas, baby greens, baby arrúgala).
Recuerdo de niña, en esta época, pelearme con mi mamá y mi hermana las idas al patio de nuestra casa en busca de guayabas y guanábanas. Confieso ser una de las que espera todo el año a que llegue la primavera para disfrutar de los deliciosos kumquats. Un cítrico que luce como una naranja en miniatura y que en California y Florida se cultivan hermosos y muy dulces. Me encantan, te los comes enteros como si fueran cerezas o los cortas en rodajas para agregarlos a una ensalada, saltado, tartar, guiso o postres.
Pero también el mercado se llena de mango, nectarines, limones, mandarinas, toronjas, melón, papaya (lechosa), rábanos, ajo, cebollas, cebollino, alcachofas, pimientos verdes, habichuelas tiernas, y hasta el trigo, el cuscús, la polenta, la quinoa y el arroz integral están en temporada.
Ve a mi web, ponle una pizca de imaginación y cocina con los colores que pintan esta época. Comiendo fresco cuidas tu salud y tu bolsillo.