De cassettes, cd’s y descargas

Ante el inminente cierre de la tienda HMV, muchas nostalgias invaden a nuestro bloguero.

Montreal · Publicado el: 01/25/2013

No hace mucho encontré una noticia que me dejó pensando, aquella nota decía; “HMV podría cerrar sus puertas en los próximos meses”. Para los que vivimos en Canadá, es una tienda conocida y esto debido a la relación comercial entre Inglaterra y la tierra del maple. Para los que aún les cuesta un poco ubicarla, es una de las cadenas de música y entretenimiento más grandes del mundo, en realidad no se si en Latinoamérica existen concesionarias, pero puedo decir que en México no es así.

HMV es una marca que lleva operando alrededor de ochenta años, pero ahora parece estar caminando lenta e inevitablemente a su temido ocaso. Ya han intentado diferentes medidas para rescatar la causa, desde corte de personal, hasta descuentos que cualquiera pensaría harían comprar a quien sea, pero la realidad está muy lejos de ser esa, la causa; el Internet. El reporte decía que sus ventas han ido en picada drástica y constantemente año por año, y esto no es difícil de imaginar cuando sabemos que el 70% de las ventas de material musical son ejecutadas por internet, y es que esto tiene muchas ventajas. Para el consumidor representa el poder comprar desde su hogar, escuchar el material completo antes de adquirirlo, y para el distribuidor, ser el intermediario entre el artista y el cliente, almacenando datos inexistentes al tacto y realizando la operación de cobro/entrega y pago.

Ahora, existe aún algo de polémica en muchos círculos que dicen que el formato digital no será capaz de sustituir el formato físico, el contacto de las manos y la sensación de abrir el disco y colocarlo en el reproductor. Personalmente siempre me he considerado un progresista, y no me ha sido difícil adaptarme a las nuevas tecnologías y cambios.

En mi primera década de existencia aún se comercializaban los vinilos, y aquí hago pausa para recordar un sin número de portadas que se quedaron estampadas como fotografías en mi cabeza, discos que encontraba en casa de mis padres, como aquellos de Julio Iglesias, El “Puma”, José José, José Alfredo Jiménez y hasta Frank Sinatra (el especial de Navidad obviamente) ya también se había dado el cambio a cassette.

Entrando y durante la segunda década me toco la llegada del CD y las primeras computadoras, incluyendo el internet (omitiendo el hecho que aprendí a utilizarlas con las primeras monocromáticas, después Win 3.11 y así)  todo esto justo en mi adolescencia, cuando tener un Sony “Walkman” que reproducía tus cassettes y agarraba FM era lo más increíble.

En este punto cabe incluir el hecho de que la Tv por cable se volvía más comercial, accesible y básica para cada familia, y MTV era quien dictaba que bandas sonaban y cuáles no, y las radios tomaban el modelo de ahí, así que había que escoger entre lo que te ponían en la mesa.

Con la llegada de las redes sociales y el boom que venía con ellas, fue más fácil empezar a descubrir nuevas agrupaciones y hacerse publicidad ellas mismas. Recuerdo que en México se lanzaron decenas de radios por internet, un grito que había estado ahogado y en espera, más ahora todo el mundo celebraba que podía decir y sonar lo que quisieran, por otro lado me llamó mucho la atención ver que ese fenómeno era prácticamente inexistente en este país, cosas de represión social, seguramente.

Ya a mediados de mis veinte y para llegar a los treinta (hace un año apenas), el cd empezó a tomar menos fuerza y el comercio digital fue decayendo. Ahora ya existen bandas que editan solamente por internet, y esto ha ayudado a las discográficas independientes a crecer más, ya que si su presupuesto anteriormente les medio cubría maquilar y distribuir a un grupo, mucho se iba en gastos para mantener el stock, pagar a empresas para meterlo a tiendas, y pagar más para que tuvieran el material a la vista, más ahora, con el mismo presupuesto, pueden lanzar por internet muchas mas bandas, invertir en campañas y ver cómo las recibe la gente, ya si alguna se vuelve un fenómeno tal vez convenga para los fans editar un material físico.

Así que mientras compañías casi centenarias se ven obligadas a cerrar sus puertas y detrás de ellas enterrar monopolios. La inmensa y salvaje jungla del internet nos invita a aventurarnos y explorarla, a tomar el tiempo para perdernos entre tantos senderos y descubrir verdaderas joyas que están ahí, esperando a ser rescatadas.

En conclusión,  me gusta como pinta el futuro, aprendemos a viajar más ligero cada vez, mas siempre llevaré conmigo los recuerdos de cada etapa que me ha tocado vivir, feliz de la generación que me tocó, la de la transición. Para nuestros padres descargar música del internet no hace sentido, y para nuestros hijos (para quien los tenga), insertar un objeto en otro para poder reproducir música tampoco lo hará.

Yo acá me quedo escuchando el cálido y hasta ahora irreproducible sonido del vinilo bajo la aguja, mientras descargo nueva música en el ordenador.

Tengan excelentes días y nos leemos pronto.

 

Publicado: 25 de enero, 2013
Texto: José Salvador Zarate


Musicabaret

José Salvador Zarate La idea de este blog es recomendar y desmenuzar nuevos lanzamientos, bandas, conciertos, y cualquier cosa que tenga que ver con el mundo musical, desde una perspectiva interna, estoy seguro que lo van a disfrutar tanto como yo.
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