Desde el 23 de enero de este año, todo venezolano dentro y fuera del país está viviendo una especie de tsunami interno. En 20 años nunca habíamos vivido una situación así y dentro de la incredulidad que hemos tristemente forjado durante estos años, los hechos nos sorprenden uno tras otro. Así pues desde mi humilde punto de vista como emigrante y orgullosa venezolana, aquí te dejo unas sugerencias para seguir viviendo estos momentos con intensidad pero de la forma más equilibrada posible.
Informarnos e informar
Todo venezolano fuera del país es un comunicador y fuente de información para el resto del mundo. Busca la fuente de información directa como lo es, por ejemplo, el Presidente de la Asamblea Nacional y Presidente interino Juan Guaidó. Sigues estas cuentas:
Son muy explicativas y no dejan espacio a la intriga o desinformación.
Un vez que comprendemos lo que está pasando a nivel legal y la agenda a seguir de los próximos días, explícale al compañero de oficina, al vecino o al amigo local que no entiende como de la noche a la mañana Venezuela es trending topic y todo el mundo analiza su futuro.
OJO: Durante estos últimos 20 años el manejo de la información y el vocabulario utilizado han creado una matriz totalmente manipulada de la realidad venezolana. Por ello, debemos evitar ciertas palabras o expresiones. Por ejemplo: Nadie se auto-proclamó en Venezuela. Eso está claro ¿verdad?
Desconecta
Por más que revises tu cuenta twitter 30 veces al día, la información no va a cambiar. Los hechos se suceden, los leemos y luego hay que pasar a tu vida y tu realidad doméstica. Nadie va a comprender que llegues tarde a tu trabajo por lo que está pasando en Venezuela.
Suma y no estorbes
Nuestro papel, como venezolanos fuera del país es el mismo papel que desempeñan las naciones amigas. Apoyamos todo lo que suceda dentro del país pero no debemos opinar ni mucho menos criticar. Tenemos chats y redes privadas para descargar nuestras emociones pero públicamente, si no es positivo, es mejor mantenerse en silencio. No hay nada que haga más daño que las informaciones falsas o las opiniones negativas.