Por más que intentemos retomar nuestras actividades diarias como estábamos acostumbrados, lo cierto es que aún vivimos bajo el acecho constante del COVID-19 en Canadá, un contexto bastante espeluznante y propicio para la época de Halloween en la que estamos viviendo.
Canadá logró sortear la primera embestida del virus a comienzos y mediados de año. Las autoridades tomaron una importante y considerable cantidad de medidas económicas y de salubridad para frenar el brote, y aunque algunas de estas decisiones ya se han dado de baja, aún persisten las principales contra la propagación de la enfermedad.
Hoy en día vivimos una segunda ola que está golpeando fuerte aunque a muchos les parezca lo contrario. Es algo que las autoridades federales, provinciales y de salud se encuentran siguiendo de cerca pero que la ciudadanía aún no interioriza de la manera correspondiente.
Solo ayer miércoles 21 de octubre, la cifra general de casos de coronavirus en Canadá alcanzó su máximo histórico en un día desde que inició la pandemia. Un total de 2.672 personas resultaron positivas para el virus, encendiendo las alarmas de algo que venía ocurriendo desde hace poco.
Y es que provincias como Ontario y Quebec reportaron, este mismo mes, también cifras récords. Sin ir más allá, esta semana Canadá también rompió la barrera de los 200 mil casos, siendo hoy jueves 22 de octubre el total de 205.954.
Son datos no menores que han llamado la atención tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Este miércoles la Unión Europea sacó a Canadá de la lista blanca de países a los que no es tan riesgoso viajar, por lo que comenzó a aconsejar a sus ciudadanos no venir a nuestro país por el alto índice de contagio.
Autoridades atentas
Desde el momento que el Primer Ministro, Justin Trudeau afirmó que Canadá se encontraba viviendo la segunda ola, los jefes de los gobiernos provinciales han seguido alertando en sus intervenciones públicas, sobre la actualidad del brote en sus diferentes regiones.