Durante las pasadas décadas, Stephen Hawking fue un preciado colaborador entre la comunidad científica canadiense. El legado de su trabajo y su incansable labor tanto por el entendimiento de la física como su avance ha dejado una marca en el campo científico mundial, siendo Canadá uno de los sitios que le recuerda con aprecio y admiración.
El físico, autor del exitoso libro “Breve Historia del Tiempo”, falleció el pasado miércoles 13 de marzo en su hogar de Cambridge, Inglaterra. Hawking trabajó como investigador en el Instituto Perimetral de Física Teórica en Waterloo, Ontario en el año 2008. Volvió para realizar visitas dos veces en 2010 y 2012.
Hawking apreciaba el enfoque del instituto en el estudio de la física cuántica y los fenómenos del espacio-tiempo. Durante sus estadías en canadá también dio visita al observartorio de neutrinos SNOLAB en Sudbury, durante la cual dió una conferencia donde expuso la importancia de que la física sea accesible para el público general.
Hawking sufría de una enfermedad neuronal que le dejó gradualmente paralizado desde una corta edad. Respecto a eso, declaró: “Mi consejo para otras personas discapacitadas sería: Concéntrense en las cosas que su discapacidad no les impide hacer bien, y no lamenten las cosas con las cuales su discapacidad interfiere. No sean discapacitados de espíritu como los serían físicamente.”.
