Dicen que "mucha flor en primavera, buen otoño nos espera". Así que, si ves muchas flores de calabaza en el mercado en esta época, llévate unos cuantos ramilletes a la cocina y celebra.
Dicha planta tiene flores femeninas que se convierten en calabazas y las masculinas nos las llevamos a la cocina para saborearlas bocado a bocado. Sí, se comen, a cualquier hora del día y de mil y una formas.
Me encantan salteadas en aceite de oliva con huitlacoche o champiñones, para acompañar los huevos fritos o revueltos de la mañana o en tacos de almuerzo. En México se hacen sopas, guisos y se sirven a cualquier hora del día en quesadillas con cebolla, chile serrano y epazote, o rellenas de queso fresco, capeadas (empanizadas) y luego fritas, como se comen también en muchísimas cocinas de Italia.
La flor se limpia retirando solamente el tallo, ya que el resto aporta mucho sabor. Cómpralas el mismo día en que las vayas a preparar, pues, aunque sean del sexo masculino, son muy delicadas.
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Sopa de flor de calabaza
Ingredientes
- 3 jitomates
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 3 tazas de caldo de pollo
- 18 flores de calabaza limpias
- 3/4 de taza de masa de mai?z
- 1 rebanada de queso
- 2 cucharadas de aceite
- Sal y pimienta
Preparación
1. Hierve los jitomates, la cebolla y el ajo. Licúalos, cuélalos y hiérvelos con el caldo de pollo. Sazónalo con sal y pimienta.
2. Agrega las flores de calabaza y las hojas de epazote, hierve unos minutos y apaga la estufa para enfriar.
3. Forma con la masa y el queso quesadillas miniatura, calcula 2 por persona, barnízalas con aceite y cocínalas en el comal.
4. Acompaña la sopa con las miniquesadillas.