Foto: Escapade Eskimo
Uno de los paseos más emocionantes, sino el más excitante, de los que hemos disfrutado en Canadá fue el de la visita a una granja familiar en la región conocida como “The Outaouais”, ubicada a unos 75 km al norte de Ottawa. Se trata de “Escapade Skimo”, donde ofrecen varios tipos de excursiones con trineo de perros. Las hay de solamente 2 km de recorrido y otras de dos horas de duración.
Entre las más largas hay una de 24 horas a través de los bosques, que incluye un recorrido que toma entre 1 y 1 ½ hora aproximadamente a lo largo de 15 km. También hay otros paquetes que son para excursiones de 24 horas y de hasta 4 días, con comidas y campamento nocturno. En las mismas se aprende a alimentar a los perros huskies y a ponerle los arreos.
Los paquetes incluyen una explicación sobre cómo conducir el trineo de perros y de apreciar el proceso de llevarlos hasta el trineo y colocarles sus arreos con seguridad. También los gritos de: ¡Okey! para que “salgan corriendo”, o de ¡Uooo! para que “frenen”.
En la granja hay una casa con recepción, baños, y un acogedor salón donde se ofrecen variados tés y chocolate caliente a los visitantes. Tras saludar a la familia dueña del lugar, lo primero que uno hace al llegar es ir al sitio donde está el trineo y comenzará a disfrutar el proceso de "preparación". Uno de los ayudantes traerá en breve un pequeño camión con un remolque con una jaula metálica donde vienen los perros esquimales encerrados en compartimientos con pequeñas ventanas.
Nos explican que, aunque los perros están hambrientos, no se les da de comer hasta que terminen la carrera ya que ello significa un esfuerzo enorme para los animales, pero no sufra, ellos son muy atléticos y “están hechos para resistir y para correr”.
Cada trineo está concebido para arrastrar a unas tres personas (aunque pueden arrastrar unas 600 lb). Son ligeros, hechos de una madera muy flexible y resistente. Ha de tenerse en cuenta que el camino a recorrer es irregular, lleno de curvas y desniveles por donde el trineo incluso puede “volcarse” literalmente.
Causa mucha impresión ver a estos fornidos perros esquimales pues de verdad lucen, y de hecho son, los primos hermanos de los lobos… Y cuando te sabes desconocido y que ellos tienen hambre… ¡Pues vamos! Yo estaba observándolos con bastante miedo, ¡Tienen unos colmillazos!
Sus cuidadores los conducen de uno en uno hasta el trineo, los van atando a su posición, de atrás hacia delante, tres a cada lado, y de último amarran al “líder” del grupo. Es impresionante ver lo obedientes que son con sus amos, a pesar del aspecto aterrador que pueden ofrecer a los turistas. Así que amigos, ¡no se me asusten mucho que están bien controlados!
Tan pronto son amarrados, comienzan a tratar de correr, aún en su lugar, lucen como fieras que solo esperan y viven para correr.
Es vez que fuimos la temperatura no era muy baja para la estación, solamente unos -18°C, cuando podría ser mucho más baja. Fuimos juntas dos familias, en cada trineo se pueden sentar dos personas, la más pequeña se sienta entre las piernas abiertas de la segunda, y detrás va de pie el “conductor del trineo”. Tras recibir las instrucciones del guía y dueño, éste salió delante en un snowmobile, y unos dos o tres minutos después, a su grito, y a la orden de cada “conductor”, salieron los tres trineos tras el snomobile en una carrera tipo zic- zac entre los pinos helados.