Recientemente he estado recibiendo llamadas tanto de clientes actuales como de ex clientes, preguntándome el motivo por el cual el Departamento de Inmigración y Ciudadanía los está llamando para preguntarles información personal. En el caso de las personas cuyos casos ya han sido concluidos, la respuesta es bien simple: no hay absolutamente ningún motivo para que el Departamento de Inmigración los esté llamando solicitándoles ese tipo de información.
En el caso de personas que aún están realizando sus procesos migratorios, hay ocasiones en que los oficiales de Inmigración llaman para confirmar si el cliente efectivamente está residiendo con la persona que lo está patrocinando, así como también pueden llamarlo para que envíe información adicional.
Pero un Oficial de Inmigración nunca va a llamar preguntando:
- El nombre completo de la persona,
- fecha de nacimiento,
- número de seguro social,
- dirección,
- nombre de la madre,
- nombre y código para servicios en línea,
- número de licencia de conducir,
- número de identificación personal (PIN),
- detalles de tarjetas de crédito (número, fecha de vencimiento o los tres números de seguridad),
- información de cuentas de banco,
- número de pasaporte.
Los oficiales de inmigración no necesitan pedir esta información porque la mayoría de ella ya aparece en el expediente que tienen y por lo tanto no hay razón para que se la estén solicitando por teléfono. El procedimiento normal en la mayoría de los casos es que el oficial le envíe una carta o un email.
Precisamente debido a la proliferación de este tipo de llamadas, el 30 de junio pasado el Departamento de Ciudadanía e Inmigración público una advertencia sobre llamadas telefónicas fraudulentas, que son aquellas en las cuales personas inescrupulosas llaman a diversos números telefónicos haciéndose pasar por oficiales de inmigración.
Quienes llaman lo hacen para pedir información adicional que supuestamente es requerida para completar su archivo en el Departamento de Inmigración, o también más directamente pueden pedir una suma de dinero para supuestamente evitar que la persona sea deportada.
Tratan también de asustar a la persona citando leyes que supuestamente ésta violó, y los amenazan con orden de arresto, cárcel, pérdida de estatus migratorio y deportación si no pagan.
Las personas afectadas pueden ser ciudadanos, residentes permanentes o personas con cualquier otro tipo de estatus o en proceso de obtener alguno, pues los delincuentes utilizan información pública para asustar a quien atiende su llamado telefónico.
Una de las técnicas más utilizadas es decirle a la persona afectada que necesitan información adicional en su archivo dado que las leyes han cambiado, y que si no hacen la actualización de la información de forma inmediata corren el riesgo de ser deportados.
Si en un dado caso el inmigrante que recibe la llamada replica que él es ciudadano y que por lo tanto no lo pueden deportar, los delincuentes le pueden “explicar” que una nueva legislación aprobada recientemente le da autoridad al gobierno para deportar de inmediato a quienes no sean ciudadanos canadienses por nacimiento y que por tanto cuenten con doble nacionalidad.
Obviamente información como esta hace sentido en muchas personas dada la gran discusión que hubo recientemente a través de los medios de comunicación en relación a la implementación, a mediados del mes de junio, de la conocida como Ley Antiterrorista. Esta legislación efectivamente le da facultades al gobierno para revocar la ciudadanía de los canadienses con doble nacionalidad que sean condenados por espionaje, traición o terrorismo.
Pero si usted recibe alguna llamada de este tipo tenga por seguro que quien lo llama no es ni por asomo un oficial del Departamento de Inmigración, sino que más bien un delincuente que está tratando de quitarle dinero.
En los casos cuando piden información, es para robo de identidad, con lo cual los criminales pueden usar la información de las personas para tener acceso a sus cuentas de banco, o abrir una, transferir el balance de dinero de la cuenta y quedarse con éste, hacer solicitudes de préstamo, de tarjetas de crédito y otros servicios usando su nombre, hacer compras. También, obtener pasaporte o recibir beneficios del gobierno.
Obviamente esto puede ocasionarle grandes problemas a la persona cuya identidad sea usada para propósitos delictivos.
En este sentido, si usted recibe una llamada sospechosa, si tiene dudas de que quien lo está llamando sea verdaderamente un oficial de Inmigración, puede decirle al supuesto oficial que antes de responder ninguna pregunta va a confirmar que quien está llamando efectivamente representa al Departamento de Inmigración. Así, puede entonces cortar y llamar al teléfono de información de inmigración, que es el 1-888-242-2100, y preguntar si efectivamente un oficial lo está llamando, y de ser así, pedir que lo vuelvan a llamar.
Pero si lamentablemente no se percató de que la llamada era un fraude y dio la información, debe asegurarse de controlar todas sus cuentas, incluyendo las tarjetas de crédito. También debe reportarlo a la policía, a las instituciones financieras, compañías de tarjetas de crédito y a los burós de crédito (Equifax Canada: 1800-465-7166 y Trans Union Canada: 1877-525-3823).
Otras advertencias para prevenir el robo y el uso de identidad son no responder a correos electrónicos no solicitados, no responder a llamadas telefónicas que traten de obtener información personal, no llevar toda la documentación en su billetera sino que llevar lo absolutamente necesario, revisar periódicamente sus reportes de crédito, sus estados de cuenta del banco y de tarjetas de crédito, y reportar cualquier irregularidad inmediatamente a las instituciones respectivas.
También, durante las transacciones es más seguro que sea usted quien pase su tarjeta en la maquina a que lo haga el cajero, nunca pierda de vista su tarjeta de crédito, téngala siempre en su mano, y cubra siempre su número de identificación personal cuando esté usando una tarjeta de débito o de crédito en un cajero.
Memorice todos sus números de identidad para pagos con tarjeta, nunca los escriba en las mismas tarjetas, y familiarícese con los ciclos de cobro para todos sus pagos.
Recuerde también que los basureros son una mina de oro para los ladrones de identidad, y por tanto asegúrese de romper cualquier documento personal o financiero antes de tirarlo en la basura.
Si cambia de domicilio asegúrese de informar al correo y a todas las instituciones financieras (bancos, compañías de crédito, etc.) sobre su nueva dirección, y este siempre atento a sus cuentas. Siga todos estos consejos y así evitará tener sorpresas desagradables.
Y si tiene dudas sobre llamadas que está recibiendo del Departamento de Inmigración y no sabe qué hacer, si efectivamente provienen del ente gubernamental, consulte de inmediato con su asesor o su abogado en materia migratoria, él o ella le dirán lo que usted debe hacer.
Publicado: 21/07/2015
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