Desde su primer vuelo a Acapulco en 1934 a bordo de un Stinson SR, Aeroméxico ha sido testigo y protagonista de la transformación de la aviación en México. Esta aerolínea no solo ha sido un medio de transporte, sino un puente crucial que ha unido y fortalecido las comunidades a lo largo del país.
Desafíos y Crecimiento Durante la Segunda Guerra Mundial
En los años previos a la Segunda Guerra Mundial, Aeroméxico enfrentó importantes retos financieros. A pesar de las dificultades, la guerra impulsó avances tecnológicos en la aviación civil, permitiendo a la aerolínea modernizarse y expandir sus rutas. En 1941, se inauguraron nuevas conexiones como Mazatlán-La Paz y Acapulco-Uruapan, utilizando aviones como el Travel Air y el Bellanca.
Expansión y Modernización
Para 1942, Aeroméxico ya operaba una red ampliada de rutas nacionales e internacionales, a pesar de las dificultades para obtener aviones y repuestos. Hoy, en el aeropuerto internacional Benito Juárez de la Ciudad de México, la aerolínea opera más de 90 rutas, manteniéndose como una de las principales de América Latina.