Adictos al buen tiempo

La comunidad revive y todos salen todos a la calle a relucir sus mejores sonrisas

Montreal · Publicado el: 05/02/2013

Vengo de una ciudad portuaria, con mucha húmedad y en la que los inviernos lejos de recrudecer con el tiempo se han tornado más templados. En mi ciudad nevó solamente dos veces en los últimos cien años. El invierno y las nevadas, de donde yo vengo, son por lo general un gusto que se dan aquellos más privilegiados que pueden tomarse unos días de esquí en la cordillera. Un gusto para pocos, podríamos decir.

Antes de llegar a Canadá las nevadas románticas, el pino y las peleas de bolas de nieve entre risas eran parte de las películas de Hollywood. Las costumbres relacionadas con el invierno me eran desconocidas. Y las consecuencias de vivir varios meses en un clima "bajo cero" ni las tenía registradas.

Mi primer invierno canadiense fue el de la temporada 2005/2006. Todo era novedad en ese entonces y como todas las primeras veces, se idealiza. Luego de algunos inviernos, me he dado cuenta que aún disfruto los paisajes nevados y que, por suerte, los inviernos se me pasan cada vez más rápido. Son, podría decir, solamente una transición hacia un nuevo estado de ánimo.

Este fin de semana que pasó fue el primero realmente agradable del año. La temperatura estuvo sobre los 15 grados, hubo sol constante, las plantas y flores de mi jardín comenzaron a mostrar sus primeros brotes y pude lavar el auto y disfrutar el brillo de un trabajo bien hecho por al menos 48 horas.

Este fue también el fin de semana en que todos mis vecinos comenzaron a mostrar su adicción al buen tiempo. Es cuando la comunidad revive y, como los animales que pasaron el invierno en una cueva, salen todos a la calle a lucir sus mejores sonrisas. Pasear por mi comunidad me muestra los signos de la primavera que ha llegado y como se refleja en grandes y pequeños: comienzan a verse los primeros trabajos en los jardines al frente de las casas, las bicicletas ya fueron deascolgadas de las paredes del garaje, el olor a carne asada te ataca desde todos los laterales, se escuchan risas y música en los patios traseros.

Recorriendo las calles de la ciudad también se puede observar que algo ha cambiado: las motocicletas se escuchan y se ven por todos lados, las cadenas de supermercados terminaron de instalar sus "garden centers", los ciclistas y los que quieren bajar esos kilitos de más del invierno ya están al costado de la ruta sudando y haciendo ejercicio. Las cuadrillas municipales trabajan a todo ritmo para poner en condiciones los parques, los diamantes de béisbol y los campos de fútbol. Las inscripciones a las temporadas de deportes "puertas afuera" ya comenzaron o están en sus inicios: rugby, football, baseball.

Pero, por sobre todas las cosas, hay una que es la más notable de todas: la gente está en la calle. Se los ve paseando y sonriendo. Todos se saludan con esa sonrisa cómplice en la que no hacen falta palabras: "Spring is here!", "Le printemps est arrivé!"

¿Cuáles son tus signos de primavera?

Cuéntanos en los comentarios cómo has comenzado a vivir la primavera en tu comunidad, cuáles son los signos que te han indicado que el buen tiempo ya está aquí y cómo lo has comenzado a disfrutar.


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